Solicitan prorrogar hasta diciembre las obras de restauración del Monasterio de San Salvador de Oña

Patricia Carro

Burgos

Miércoles, 4 de noviembre 2020, 08:14

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Cada vez queda menos para ver completada la última fase de restauración del Monasterio de San Salvador de Oña, impulsada por la Diputación de Burgos. La empresa Valuarte Conservación del Patrimonio está dando los últimos retoques al proyecto, centrado en el Patio de San Íñigo y el Claustro Romano, que supone una inversión de 453.000 euros. Sin embargo, pese al buen ritmo de los trabajos, la obra no se podrá acabar este mes de octubre, como estaba previsto.

La intervención «está muy avanzada», ha explicado el diputado provincial Ramiro Ibáñez, pero la empresa adjudicataria ha solicitado ampliar el plazo hasta el 4 de diciembre, «para no pillarse los dedos». Las obras arrancaron el pasado 21 de enero, con un plazo de ejecución de nueve meses, así que deberían concluir a finales de este octubre. No obstante ha habido algunos imprevisto que han ralentizado los trabajos, así que «para rematar bien el proyecto» se optará por la prórroga.

Ibáñez asegura que la petición de la empresa está justificada. Con la covid-19 hubo algunos problemas de suministro. Además, la dirección de obra realizó algunas modificaciones de última hora, que también han afectado a la actuación. Así que, en principio, hay ningún problema para conceder la prórroga, pues Diputación está también muy satisfecha con el trabajo que se está haciendo.

«Estamos contentos por la ejecución de la obra. Están trabajando muy al detalle, siguiendo las directrices de la dirección de obra, cuando es un proyecto muy delicado«, ha aserverado el diputado provincial. Y es que actuar en el Monasterio de San Salvador de Oña no es poca cosa. La intervención supone la restauración íntegra del Patio de San Íñigo y el Claustro Romano, con actuaciones en fachadas, bóvedas y pavimentos, además de mejora de la iluminación. También se ha rehabilitado toda la cubierta y se mejorarán accesos, acabando con las barreras arquitectónicas.

Y todo con el máximo cuidado dada la relevancia patrimonial e histórica del monumento. «Si se hace mal, los daños son irreparables», ha reconocido Ramiro Ibáñez. De ahí que la prórroga, mientras esté justificada, se vaya a conceder para garantizar que el proyecto se concluye en la misma buena sintonía. Y si no hace falta agotar el plazo del 4 de diciembre, mejor. Mientras, en la Diputación están analizando cómo dar uso a la nueva zona rehabilitada, que se sumará al itineario cultural y turístico del monasterio.

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Por otra parte, la Institución Provincial está a la espera de que se resuelva la última convocatoria de las ayudas del 1,5% Cultural, ayudas con las que se ha financiado la mitad de la intervención en San Salvador. Y es que este año han presentado dos proyectos. Por una parte, una nueva fase en el monasterio de Oña, para ir completando la restauración, petición sobre la que Ibáñez tiene «buenas vibraciones». Y, por otra, el proyecto de reforma del Consulado del Mar, para hacerlo más accesible y rehabilitar la cubierta.

El presupuesto de obra de la segunda fase de San Salvador asciende a 863.940 euros, de los cuales la Diputación se compromete con el 40%, que asciende a 345.576. Al Ministerio de Fomento se ha pedido el 60%, que asciende a 518.364. Por lo que respecta a la obra del Consulado del Mar, se eleva a 1.033.335 euros. La Diputación asumiría la mitad del coste y se ha pedido ayuda a Fomento para la otra mitad.