El PSOE pide a la Diputación que atienda las necesidades de espacio de la Institución Fernán González

El viceportavoz del PSOE en la administración provincial, Javier Lezcano, critica la «nula sensibilidad del equipo de gobierno con la cultura». Exige al Partido Popular y a Ciudadanos «que atiendan las reiteradas peticiones del consejo regulador de esta institución académica y pongan a su disposición, de una vez, la casita de las monjas que posee la Diputación en el complejo de San Agustín».

El diputado provincial socialista defiende que con el traslado a este nuevo edificio de tres plantas desde la segunda del Consulado del Mar, «se favorecería el aumento de la custodia de fondos con las medidas de conservación y seguridad adecuadas, además de la instalación del material necesario para la catalogación del patrimonio».

Lezcano entiende que dotar a la Fernán González de un espacio más amplio fomentará, además, la donación de colecciones documentales y artísticas, «muchas de ellas, ligadas a artistas y personalidades de la provincia».

El socialista critica, asimismo, el «escaso» presupuesto, de 35.700 euros, anuales que destina la Diputación a esta Institución, «congelado desde hace un lustro y que ni siquiera ha ampliado con motivo de la celebración en este año de su 75 aniversario».

El viceportavoz del PSOE en la Diputación censura el «desinterés» del equipo de gobierno por la actividad cultural. Un «desprecio» que, en su opinión, evidencia la supresión desde el pasado ejercicio de las convocatorias específicas de subvenciones para actuaciones artísticas y de acción cultural en las fiestas patronales de la provincia. «Suponían un montante de casi 500.000 euros y, en ningún caso, se implementaron a Planes Provinciales, como prometieron PP y Ciudadanos», recuerda.

Lezcano subraya que la actual pandemia «ha agravado la situación del sector cultural, al que ni el Partido Popular ni su socio Ciudadanos conceden la importancia que merece».

El diputado provincial socialista sostiene que la supresión de las ayudas específicas a ayuntamientos y asociaciones para la organización de eventos «supone un mazazo a la identidad cultural de nuestros pueblos y a la oportunidad que brinda este patrimonio como vía de recuperación económica en esta situación de crisis».