La provincia ha necesitado 85.484 euros en este 2019 para suministrar agua potable a los pueblos burgaleses

Igualmente, seis localidades adscritas a seis municipios han visto rechazada su solicitud de ayuda, una vez que se les ha suministrado agua potable mediante camiones cisterna, por carecer de contadores de agua potable, requisito indispensable en la convocatoria de subvenciones.

Del importe total de las facturas por este abastecimiento, 85.484 euros, el 20% de esta cantidad (17.097 euros) lo aportan los municipios. En realidad, cada municipio debe aportar el 20% de la factura que le corresponda. En función del nivel de desabastecimiento, unos pueblos precisan más cisternas que otros.

La factura de Palacios de Riopisuerga, por ejemplo, asciende a 403 euros. Las de Arenillas de Villadiego, Santa María Tajadura, Marmellar de Abajo, Hinojar de Cervera, Solarana, Soncillo, Santa María de Llano de Tudela, Vallejuelo o Mijaralalengua también se sitúan entre las bajas habiendo tenido que destinar en estas localidades 484 euros.

En cambio, Sotillo de la Ribera necesitó destinar 22.264 euros para este fin, Parayuelo (Valle de Tobalina) precisó 14.520 euros y Villovela de Esgueva y Lastras de la Torre destinaron 5.808 euros.

El 80% del total de 85.484 euros se abona al 50% por la Junta de Castilla y León y al 30% por la Diputación de Burgos. Por lo que la administración regional abonará 42.742 euros y la institución provincial, 25.645 euros.

El plan para suministrar agua con cisternas en situación de desabastecimiento de agua potable se paga con dinero procedente de la Junta de Castilla y León, la Diputación de Burgos y los Ayuntamientos y ha estado dotado con 160.000 euros.

Son los Ayuntamientos los que, cuando notan la falta de agua potable en el pueblo, bien por sequía, avería o cualquier otro incidente, tienen que solicitar a la Diputación el suministro mediante camiones cisterna. Los técnicos de la Diputación pasan el aviso a la empresa suministrado y esta, con la mayor celeridad posible, envía las correspondientes cisternas.

Cada una de estas cisternas tiene un coste de unos 400 euros pero gracias al convenio suscrito entre las administraciones provincial y regional los municipios solo tienen que aportar unos 80 euros por cisterna. El resto lo abona la Junta (200 euros) y la Diputación (120 euros). Según se especifica en este convenio la Junta aporta 100.000 euros; la Diputación, 45.000 euros y los Ayuntamientos, 15.000 euros.

La sequía no tiene por qué estar relacionada, exclusivamente, con esta necesidad de agua que han sufrido las localidades burgalesas. Lo más habitual, de hecho, es que se deba a averías y otros problemas de la red de abastecimiento. Eso sí, a partir del mes de agosto y en septiembre sí aumentan los pueblos que solicitan camiones cisterna de agua por falta de esta. A que el verano es una estación seca se suma que es cuando más gente llega hasta nuestro medio rural burgalés, por lo que el consumo aumenta en una época en la que la lluvia se reduce.