«Espero llegar a mayo de 2023. Es el acuerdo con Cs y creo que se va a cumplir»

Y es que Rico insiste en que acabará el mandato y confía en que se hará dentro del pacto firmado con Ciudadanos. El presidente asegura que hay confianza entre ambos partidos y que lo que ocurra en Madrid o Valladolid no afecta a Burgos. Destaca el trabajo que hace la Diputación en el medio rural, luchando contra la despoblación, y critica la irrumpción de formaciones vinculadas con el movimiento de la España Vaciada porque, dice, no aportan nada. Solo un intento de chantaje sin beneficios para el territorio.

-Le hago la misma pregunta que le he hecho a su vicepresidente, ¿se ha notado el terremoto de la Junta de Castilla y León en la Diputación de Burgos?

No. No se ha notado. Nosotros tuvimos un acuerdo de gobierno basado en 66 objetivos, los cuales los vamos cumpliendo a lo largo de la legislatura. Las relaciones de confianza son mutuas y, por tanto, eso nos da una garantía de continuidad. En política vale mucho el tono de las personas y en la Diputación estamos haciendo cada uno un trabajo con mucho esfuerzo y está dando sus frutos.

-Tras el anuncio de Alfonso Fernández-Mañueco, ¿se sentaron ustedes a hablar del futuro del acuerdo en la Diputación?

No mucho. Tanto Cs como el PP en la Diputación tenemos claro que tenemos que trabajar para la provincia, para ello suscribimos ese pacto. Con total normalidad, distinguiendo la política autonómica de la política local.

-Aun así, pese a que ustedes y Cs intentan mantener la línea divisoria entre la política nacional y regional la local-provincial, hay que recordar que en 2019 se llegó a un acuerdo nacional en el que se distribuía la Presidencia de la Junta y ayuntamientos y diputaciones. No habría sido descabellado pensar que si se rompía el pacto en la Junta podría afectar al acuerdo de Burgos.

Creo que tanto Cs como el PP no hemos recibido instrucciones, ni de la dirección nacional ni de la dirección regional, en ese sentido. Y, por tanto, con total normalidad.

-Pacto estable, pacto seguro, ¿no hay riesgo de que se rompa de aquí a 2023?

No. Yo creo que vamos a terminar la legislatura, llegaremos a mayo de 2023 y concurriremos a las elecciones como cada uno entienda oportuno.

-¿Llegará también usted a mayo de 2023 como presidente de la Diputación?

Hombre, yo espero llegar a mayo de 2023. Ese es el acuerdo al que llegamos con Cs y yo creo que se va a cumplir.

-Le pregunto porque ha habido cambio dentro del propio Partido Popular de Burgos. Ya no es usted el presidente sino Borja Suárez y, en muchas ocasiones, se ha hablado de que cuando se diera esta situación es posible que usted abandonara la Diputación

De momento, el grupo popular en la Diputación está muy cohesionado. Va a seguir así hasta mayo de 2023 y luego, Dios dirá.

-No se ha notado, por tanto, en el grupo los cambios que ha habido dentro del partido estos últimos meses

No, no. En absoluto. Evidentemente, Borja Suárez es para mí una persona de total confianza. Llevamos mucho tiempo trabajando, tanto en la Diputación Provincial, siendo él portavoz del grupo popular, como en el partido como secretario provincial. Por lo tanto, ya nos conocemos y compartimos muchas cosas.

-Se han cumplido dos años y medio del gobierno de PP-Cs, ¿cómo está yendo?

Bien, yo creo que bien. Las grandes decisiones las intentamos consensuar. Principalmente, cómo avanzamos en el presupuesto, definir qué tiene que hacer cada área una vez aprobado el presupuesto. Y eso lo debatimos y lo consensuamos. Creo que todos los temas importantes de la Diputación salen bien porque hay esa mutua confianza. En política es importante tener confianza con representantes de otro grupo político.

-Cs saca pecho, asegura que han introducido cambios, que se ha mejorado la gestión, ¿qué hay de verdad en ello?

Bueno, es verdad que alguno de los 66 puntos que nos unieron en su momento son nuevos, como el incremento porcentual de los planes de provinciales o de los planes de empleo de personas con capacidades diferentes. Es verdad que se han introducido circunstancias que antes no estaban, fundamentalmente presupuestarias, y creo que todo se está cumpliendo.

-¿En qué ha tenido que ceder el Partido Popular?

Ceder, no. Cuando se llega a un acuerdo, todas las partes ceden. Se plantearon unas cosas que nosotros entendíamos que no eran razonables, se plantearon otras que sí lo eran y así han sido estos dos años y medio.

-Acabamos de aprobar el presupuesto, ¿cuáles son las líneas prioritarias, lo más destacado?

Por un lado, un componente sociocultural muy importante. La Diputación destina 20 millones de euros al área de acción social. El contrato más importante es la ayuda a domicilio, una política de población activa porque prestamos servicios a la gente en su domicilio y evitamos los desplazamientos. Estamos hablando de 6 millones de euros. Y seguimos participando de la cultura provincial, estamos en la Fundación VIII Centenario de la Catedral de Burgos, en la Fundación Silos, en la Fundación Atapuerca, en el Geoparque de las Loras. Y evidentemente los planes provinciales, que han tenido una subida exponencial, tanto los destinados a municipios como a las entidades locales menores.

-¿Cómo están funcionando las residencias, cómo han llevado la pandemia en el segundo año?

Bien. Lo pasamos mal, hay que reconocerlo, en marzo de 2020. Era un caos buscar mascarillas, un caos encontrar medidas de protección para los trabajadores... pero cuando ha ido evolucionando la pandemia, ha ido funcionando bien. Todos los residentes que han querido ya tienen la tercera dosis y estamos funcionando adecuadamente. Pero lo pasamos mal, sobre todo al principio.

-Y las negociaciones con la Junta para abordar la financiación, ¿han avanzando algo o ya queda pendiente para el siguiente equipo de Gobierno?

Se ha ido avanzando. Hay que tener en cuenta que el acuerdo marco dura 4 años pero cada año se aprueba una adenda específica que determina la financiación y hemos ido mejorando. Del año 2020 al 2021 ha habido una subida importante, precisamente de apoyo de la Junta ante las medidas anticovid (que le ha supuesto un sobrecoste económico a la Diputación), pero creo que vamos avanzando poco a poco. También es verdad que nosotros nos suscribimos a las aportaciones de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) en la medida en la que se necesita ya un cambio de la Ley de Régimen Local, de 1985, y aborde definitivamente cuáles son las competencias de ayuntamientos y diputaciones provinciales para no volver a recurrir al tema de las competencias propias e impropias y quién las tiene que financiar. Yo creo que hay que 'arreglar' el gobierno de España con el consenso de todos los grupos políticos en una nueva ley de régimen local.

-¿Cree que se llegará a ello, porque llevamos hablando años de esta necesidad, con diferentes gobiernos, de todos los colores políticos?

Ahora estamos más despistados en buscar la fórmula de la financiación local, que tiene que ir conjuntamente con la autonómica, pero también a través de esa financiación se pueden marcar las pautas de competencias de cada una de las administraciones públicas.

-Un año más, sigue sobre la mesa la reorganización de la atención sanitaria en Castilla y León. Con la anterior consejera parece que ya estaba en marcha. En el cambio, Alejandro Vázquez lo ha paralizado. ¿Qué espera la Diputación de la Junta para este 2022?

Vamos a ver cómo resultan las elecciones de 13 de febrero porque van a marcar un antes y un después en la filosofía de los centros. En estos momentos, recuerdo las palabras del presidente autonómico, Alfonso Fernández Mañueco, de que no se iba a cerrar ningún consultorio médico, que es lo que a nosotros nos preocupada. Y a ver si es posible el esfuerzo de buscar facultativos, tanto médicos como enfermería, para abrirlos. Evidentemente, si el PP vuelve a gobernar la Junta de Castilla y León se hará con el consenso de los ayuntamientos y de los profesionales, que son fundamentales para abordar este problema.

-¿Porque el plan abordado por Verónica Casado no estaba consensuado con los ayuntamientos?

Se habló con diputaciones, pero no con los ayuntamientos. Y no con un plan definitivo, sino con un proyecto. Ahora se ha parado, a la espera de la constitución de las nuevas Cortes de Castilla y León y del gobierno autonómico.

-Hablando de las elecciones, ya están saliendo las primeras encuestas. La publicada hace una semana por El Norte de Castilla hablaba de que el PP recuperaría votos y procuradores, pero que necesitaría del apoyo de Vox para gobernar. ¿Cómo ve César Rico un posible pacto con Vox en la Junta?

Hay que estar en la Junta para llegar a acuerdos, pero Vox es un partido constitucional, un partido democrático y, por lo tanto, vale exactamente igual que cualquier otro partido político. No sé lo que hará nuestro presidente pero desdeñar de entrada votos o apoyos políticos es un absurdo.

-¿Y que le parece la irrupción de las formaciones de la España Vaciada?

Que no aportan nada. Y lo hemos visto a nivel nacional con Teruel Existe. Si ahora hacemos balance, cabe preguntarnos si Teruel ha ganado población, empresas, poder adquisitivo, está en el mapa, tiene más carreteras que antes... Eso del 'qué hay de lo mío' en política no vale. En política los partidos que tienen vocación de gobierno no pueden entrar en el chantaje de por un voto, como Teruel Existe, contarles milongas. Porque Sánchez le pone el presupuesto lo que quiere pero que me digan a mí en qué ha cambiado Teruel en dos años.

-O en Castilla y León con Por Ávila y la negociación de los presupuestos regionales, en los que sí se incluían peticiones de la formación

En el chantaje siempre se va a más. Te pido treinta, pero en la siguiente negociación te pido 60. Quien gobierne no puede entrar en un chantaje que rompe la solidaridad territorial de Castilla y León. Por eso digo que 'el que hay de lo mío' no vale en política porque el que tiene que tomar una decisión tiene que buscar la solidaridad territorial y no decir, por un voto, te voy a dar 30 millones o te voy a hacer un AVE mañana (que es mentira). No todo vale. Los criterios de mayor cohesión territorial los aportan los partidos que tienen vocación de gobierno, no el que apoya por un chantaje al gobierno.

-Pero algo no se debe de estar haciendo bien porque surgen estas plataformas. También habrá que hacer algo de autocrítica

Todos pedimos más, pero al Partido Popular no se le puede reprochar que haya abandonado al mundo rural. Todas las consejerías de la Junta han apostado económicamente muy fuerte por el mundo rural, también la Diputación a través de planes provinciales, de inversiones en deportes, en recuperación de bienes patrimoniales. Evidentemente todos queremos más pero, en la medida de nuestras posibilidades económicas, tanto la Junta como la Diputación hemos estado a la altura de lo que pretende el mundo rural. El problema de la despoblación es muy importante. La Diputación contribuyó a las 79 medidas que la FEMP entregó al presidente del Gobierno. Es un intervención piramidal, en la que tiene que intervenir el Estado con medidas económicas y financieras. También las comunidades autónomas, las diputaciones y los ayuntamientos. La despoblación es un tema muy complejo, porque la gente está buscado otro modelo de vida. No digo que mejor o peor, porque en los municipios se vive muy bien y se tienen amplios servicios públicos, pero se está buscando otro modelo de vida y eso es lo que hay que cambiar.

-¿Nos pueden ayudar los fondos europeos a dar un impulso a luchar contra la despoblación?. ¿qué espera el presidente de los fondos?

Nosotros esperamos muchas cosas porque tenemos proyectos ya elaborados, esperando a que salgan las convocatorias. Fundamentalmente vamos a apostar por los abastecimientos y la depuración de aguas, que forman parte de los objetivos 2030 de la agenda europea, junto con la rehabilitación de edificios, y esperemos que el Gobierno de España sea sensible a estos dos aspectos: desarrollo rural y despoblación. Y cumplir con la agenda verde.

-César Rico ahora es solo presidente de la Diputación, no del partido, pero me imagino que sigue ahí, controlando o asesorando en el partidos

(Risas) Hombre, en el partido uno siempre intenta estar activo pero, como dije en su momento, ahora hay un nuevo presidente que tiene sus colaboradores y yo estoy a disposición de mi presidente y opinaré cuando me lo pidan. Hay que estar pero sin estorbar.

-Y ¿qué va a ser de César Rico a partir de 2023?

Un política nunca se sabe dónde nos toca o dónde no nos toca, simplemente. Yo estaré a disposición del partido. Sé que es una retórica que usamos mucho los partidos pero lo que el partido me pida, ahí estaré. Y si no me pide nada, pues no estaré.

-¿Volverá a ser presidente?

Por poder se puede ser otra vez, pero el tiempo pasa y hay que intentar también hacer una renovación. Aunque no sé si será o no será, pero esa es mi opinión personal. Eso se lo tendrá que preguntar a Borja Suárez, para eso es mi jefe, mi presidente (risas).