A principios de año, el traslado de varios servicios de la Diputación de Burgos al edificio de Correos en la plaza Conde de Castro dio el primer traspiés tras plantearse algunos requisitos por parte de los profesionales provinciales, que obligaban a acometer obras de mayor ... envergadura de las inicialmente previstas. Ahora, la crisis sanitaria de la covid-19 ha traído nuevas incertidumbres y, si bien la posibilidad se mantiene sobre la mesa, se está revaluando la situación.
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La covid-19 obligó a cerrar físicamente la Diputación Provincial, apostando por la atención telemática y el teletrabajo. Se ha hecho un esfuerzo importante por parte de los servicios informáticos, afirma el diputado Ramiro Ibáñez. También por parte de los trabajadores. La crisis sanitaria ha permitido detectar las carencias de la Diputación y empezar a poner soluciones pues «el teletrabajo ha venido para quedarse».
Por ese motivo, la Institución Provincial tiene ahora que revaluar sus necesidades de espacio antes de tomar decisiones sobre inversiones y traslados definitivos. El Palacio Provincial tiene serias deficiencias, reconoce Ibáñez, pero habida cuenta de la situación actual, de dos rebrotes, de que el virus seguirá entre nosotros y de que se potencia el teletrabajo, a lo mejor las necesidades varían.
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Así que en la Diputación les toca analizar «las necesidades reales de espacio ante la covid-19 y el coste económico que supone un alquiler» de dependencias. El traslado a Correos iba a suponer, inicialmente, 82.600 euros solo en alquiler de instalaciones (el 37% del total del edificio actual), cuantía a la que sumar los gastos generales. En esas primeras estimaciones, Correos solo iba a tener que realizar arreglos mínimos y adecentamiento de las instalaciones.
Sin embargo, cuando se decidió qué servicios se trasladarían, entre ellos los del área de Mujer y Familia, los profesionales pusieron una serie de requisitos para prestar un servicio adecuado. «Especificidades» de las áreas en cuestión, admite Ibáñez, lo que exige obras mayores y, por tanto, un precio de alquiler mayor. Y ahora es eso lo están evaluando en la Diputación, el coste que tendría el traslado.
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Todo teniendo en cuenta que se debería también invertir en medidas de seguridad frente a la covid-19, así que ese traslado que se daba por seguro a principios de año está ahora en el aire. «Ha sido todo inesperado», reconoce el diputado. Primero, las peticiones de los trabajadores, que han modificado el plan inicial. Y, después, la covid-19, que condiciona la forma de prestar el servicio.
Así las cosas, Diputación tendrá que tomar una decisión en breve, valorando todas las opciones y si el coste del traslado a Correos es elevado, tocará buscar otras alternativas. La Diputación las tiene, porque se valoraron otras ubicaciones antes de decantarse por Correos, que ofrecía instalaciones bien acondicionadas, diáfanas y muy cerca de la Institución Provincial.
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