La Diputación aprueba las obras de urgencia para el interior de la colegiata de Valpuesta, cuyo estado de ruina avanza

Las obras se realizarán con carácter de urgencia porque es lo que precisa el templo. Así lo explica también Lorenzo Rodríguez, vicepresidente de la Diputación. La ruina del edificio cada vez se hace más evidente, peligrosa e irreversible. Lo peor es que esta ruina se está apoderando de la cuna del castellano, el lugar del que proceden los denominados Cartularios de Valpuesta, que recogen las primeras palabras escritas en lengua castellana.

Por este convenio de colaboración entre la Diputación y el Arzobispado para actuar de urgencia en la Colegiata de Valpuesta, la institución provincial aportará 80.000 euros y el Arzobispado 16.000 euros. Además, el Arzobispado se ha encargado de pagar el proyecto de conservación y mejora que ya está redactado y adjudicado, como ha confirmado Rodríguez.

Desde Valpuesta se considera que esos 96.000 euros que se destinarán a la Colegiata no serán suficientes por los daños que presenta el edificio, en el que la humedad es la inquilina más fuerte. Consideran que se necesita una intervención mayor porque hace años que no se actúa en el templo.

El vicepresidente de la Diputación ha confirmado que quedan actuaciones pendientes por realizar. Estas se afrontarán entre la Diputación y la Junta. En su monento, desde la Consejería de Turismo de la Junta se habló de que «se invertirían 200.000 euros en unos tres años», ha recordado el vicepresidente.

César Rico, presidente de la Diputación, y Rodríguez ya han mantenido una reunión en la Consejería de Turismo para tratar es inversión pero queda pendiente otra para matizar y ver de qué manera se puede impulsar todo lo relacionado con la colegiata para ponerla en valor.

La Colegiata de Valpuesta es un tesoro para el pueblo, un tesoro que visitan al año más de 10.000 personas pese a estar oficialmente cerrada al público. Visitarla es posible gracias al esfuerzo de los vecinos que se ofrecen a buscar la llave por las casas del pueblo y abrir las puertas al visitante. Ofrece un fantástico retablo del siglo XVI, unas fantásticas vidrieras y decenas de detalles interesantes.

Aquí es donde se encuentran los Cartularios de Valpuesta que muestran rasgos primigenios de la lengua castellana y que señalan a Valpuesta como la cuna del castellano.