«Ceremonial asqueroso», la pancarta detonante de una bulla en el pleno de la Diputación

Las acusaciones en voz alta en las sesiones plenarias entre sindicatos y diputados, sobre todo miembros del equipo de Gobierno no son nuevas.

En esta ocasión, en los carteles se podía «Lorenzo dimisión», refiriéndose al portavoz del equipo de Gobierno y vicepresidente; «Césarr-leeee», en alusión al presidente César Rico; «Inmaculada 'sierra' residencias», en referencia a la diputada de Bienestar Social, Inmaculada Sierra; o «Obras y vías disponibilidad ya». Un conjunto de proclamas y peticiones que dificultan saber el objetivo final de la protesta de este miércoles.

Pero la bulla ha comenzado por la pancarta ««Ceremonial asqueroso»». Así, con doble comillas porque en el propio cartel la frase aparecía entrecomillada. Y, en este caso, esto es importante.

Cuando se ha pronunciado la frase «sesión pública» y el bedel de la Diputación de Burgos ha abierto la puerta del salón de plenos y han entrado los representantes de los sindicatos CC OO y SOI. Esta pancarta de ««Ceremonial asqueroso»» ha sido el detonante de la trifulca.

César Rico, presidente de la Diputación, acusaba a la pancarta de ofensiva al entender que ceremonial asqueroso era un insulto para el pleno y la provincia. Los representantes de los sindicatos han explicado que eso, «ceremonial asqueroso», es lo que les llamó Borja Suárez, portavoz del PP, en su última protesta en el pleno.

Suárez ha repetido que este «insulto permanente» que realizan estos sindicatos le seguía pareciendo un «ceremonial asqueroso». Y aunque los sindicatos han repetido que, si retiraba sus palabras, quitarían la pancarta, Suárez no lo ha hecho. Ha apuntado que fue insultado de forma «cobarde» y ha añadido que la actuación de estos sindicatos «atenta al decoro».

Finalmente, los sindicatos han optado por retirar la pancarta porque «tenemos más decoro». Los dos trabajadores y sindicalistas que sujetaban la pancarta han salido de la sala del pleno mientras alguno de sus compañeros gritaba «libertad de expresión». Finalmente, a los pocos minutos todos los protestantes han abandonado la sala. En el pasillo se ha podido escuchar algún aplauso y vítor.