Burgos Alimenta regresa a Madrid Fusión con la Alubia Roja de Ibeas como protagonista

Gabriel de la Iglesia

Burgos

Viernes, 19 de enero 2018, 14:18

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Burgos Alimenta regresará a Madrid Fusión. Y lo hará con la Alubia Roja de Ibeas como protagonista especial. Y es que, los cocineros burgaleses Pablo Cófreces y Alberto Molinero se subirán al escenario de la feria gastronómica el próximo lunes para mostrar las excelencias de la Alubia Roja. Para ello, ambos elaborarán una olla podrida y otros platos con el objetivo de encandilar a los profesionales que acudan a Madrid Fusión.

Su intervención será uno de los platos fuertes de la delegación burgalesa en la feria. Una participación que se completa con la presencia de 18 empresas adheridas a Burgos Alimenta y que, una vez más, intentará dejar su impronta en Madrid. Según ha recordado la diputada provincial Monsterrat Aparicio, esta es la octava ocasión en la que Burgos Alimenta participará en Madrid Fusión, que se celebrará entre el próximo lunes y el miércoles.

En esta ocasión, se han sumado al viaje el Obrador del Convento (Belorado), La Fonda del Prado (Villalba de Duero), El Peñedo (Quintanar de la Sierra), Casalba (Villamayor del Río), Ilújor Orcajo (Palacios de Benaver), Embutidos de Cardeña (Cardeñadijo), Hermanos González (Sotopalacios), Que Thomas (Burgos), Cerveza Mica (Aranda), Bacalao Bilbasa (Melgar), Lagar de isilla (Aranda), Hermanos Páramo Arroyo (Pedrosa de Duero), Ismael Arroyo (Sotillo de la Ribera), Linaje Garsea (Castrillo de la Vega), Martín Berdugo (Aranda), Nabal (Gumiel de Izán) y Ortega Fournier (Berlangas de Roa).

Todos ellos acudirán a Madrid Fusión con el objetivo de abrir mercado o consolidar su presencia en él. Y es que, tal y como ha explicado Roberto Da Silva, de Embutidos de Cardeña, la cita madrileña «no es una feria», sino «un congreso». Y no uno cualquiera, sino uno de los más importantes de España y Europa. Por eso, ha subrayado, resulta fundamental «llamar la atención» de los profesionales que acuden con productos «de calidad» y nuevas propuestas gastronómicas. Y tras ocho años, Burgos ya se ha hecho un nombre propio.