El brote de la residencia de Oña afecta ya a once usuarios y ocho trabajadores

El usuarios presentó síntomas compatibles con la covid-19 el pasado sábado. Había estado ingrseado en Miranda por otra patología, ajena al coronavirus, y regresó a Oña con una PCR negativa, tal como explicaba la diputada provincial Inmaculada Sierra a principios de la semana. Se le hizo una seguda prueba, que dio negativo, pero al noveno día de estar en la residencia empezó con síntomas y se detectó el contagio. A partir de ahí se hicieron pruebas a todos los residentes y al personal.

El lunes, eran ocho los residentes que habían dado positivo y, ahora, son ya once. En ningún caso presentan un estado de salud preocupante. En principio, febrícula y un usuario con saturación descompensada, pero están en vigilancia. También se han detectado contagios en ocho empleados de la residencia, que trabajan en la planta del primer positivo, lo que indica que el virus no se ha extendido por el resto del centro residencial, al menos por el momento.

La residencia de Oña era la única de la Diputación de Burgos que había conseguido mantenerse libre de covid-19 durante toda la pandemia. En estos momentos, los centros de Fuentes Blancas y San Agustín, en la capital burgalesa, están sin positivos covid. Y en la residencia de San Miguel del Monte de Miranda de Ebro se mantienen un par de contagios, pero dejando atrás ya el brote que se declaró a finales de septiembre, en uno de los repunte más duros que ha vivido la ciudad del Ebro.