Detenido en Madrid un estafador reincidente que timó 3.800 euros a un vecino de Burgos

Los hechos se remontan al pasado mes de marzo, cuando un vecino de una localidad burgalesa de la comarca del Arlanza denunció una presunta estafa en la adquisición de una furgoneta.

La víctima consultó a través de internet una página de compraventa online de artículos de segunda mano entre particulares, con la intención de adquirir un vehículo.

Cuando un anuncio llamó su atención, contactó vía WhatsApp con el número facilitado y siempre a través de esta aplicación de mensajería cerró la operación y concertó el pago de la cantidad estipulada, 3.800 euros, que efectuó a través de transferencia bancaria. Finalmente, todo resultó un engaño, nunca recibió el vehículo y no pudo recuperar el dinero.

Tras la denuncia de este hecho, la Guardia Civil se hizo cargo de las «complicadas» pesquisas que siempre llevan aparejadas este tipo de ilícitos para su esclarecimiento, donde el autor trata de ocultar bajo un falso anonimato su identidad y dificultar su localización.

El seguimiento, análisis y pormenorizado estudio de la 'huella digital' que siempre deja el estafador en la red y de sus diferentes pasos para alcanzar el objetivo -engañar a la víctima para obtener un beneficio económico-, ha permitido su identificación y localización en Madrid, donde finalmente ha sido detenido.

Además, los agentes del Benemérita han conocido que no es la primera vez que se vincula con este tipo de ilícitos a JJBP, de 19 años, antes de instruir las diligencias pertinentes y entregarlas en el Juzgado de Instrucción Nº 1 de Lerma.

Según ha explicado el Instituto Armado sobre el 'modus operandi' con el que actuaba, el detenido trataba de ampararse en un falso y equivocado anonimato, creaba un anuncio de venta de coches que ofrece a través de la web con un señuelo, que en este caso fue su bajo coste, para después cerrar la venta a través de una aplicación de mensajería para móvil, nunca con su propia voz.

Para ello, se escudaba, fraudulentamente, en un número de teléfono, una cuenta bancaria, un DNI que figuran a nombre de otros titulares -en esta ocasión pertenecía a una mujer que fue también anteriormente engañada del mismo modo- y una factura de compra para dar credibilidad al adquiriente.

De igual manera, utilizaba una empresa legal del sector automovilístico –ahora sin actividad mercantil- y aportaba el nombre de la empresa de transporte y un link para el seguimiento del envío y entrega para dar mayor confianza al comprador y poder complementar el entramado.