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Estamos habituados a verlos. Patrullas de la Policía Local circulando por las calles de Burgos, junto con agentes de Policía Nacional. La Guardia Civil recorriendo carreteras y pueblos. E, incluso, ha dejado de llamarnos la atención ver a miembros de la UME o el Ejército ... realizando labores de vigilancia. Controles en los accesos a los polígonos, las salidas de la ciudad y agentes a pie preguntado a los peatones dónde van y por qué no están en sus casas, y exigiendo justificantes y comprobantes.
Para los agentes, la tarea no es precisamente grata. Como ellos mismos reconocen, no es agradable tener que reñir a los burgaleses, sobre todo sin son personas de edad avanzada, cuando detectan que buscan una y mil excusas para salir a la calle. Comprar el pan, acudir al supermercado o a la farmacia, sacar al perro o ir a trabajar son causas justificadas para romper el confinamiento, pero siempre que no se abuse de ellas y, como en todas partes, hay abusadores y jetas.
Y contra ellos van los agentes de la ley, que van a seguir con sus férreos controles hasta que se levante el estado de alarma y pongamos fin al confinamiento, para que no bajemos la guardia. Así, en Burgos se han tramitado 2.503 sanciones desde el pasado 15 de marzo por parte de Policía Local, Policía Nacional y Guardia Civil. Y se ha detenido a 23 personas, en todos los casos por incumplir el estado de alarma o saltarse el confinamiento.
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El mayor número de detenciones lo ha gestionado Guardia Civil, cuya labor en el medio rural ha incluido también poner coto a todos aquellos ciudadanos, de Burgos y de otras provincias, que se han querido ir a pasar el confinamiento a sus pueblos y segundas residencias. Son 13 las detenciones tramitadas por la Benemérita frente a las 3 de Policía Nacional, cuyos servicios comparte en Burgos, Aranda y Miranda con la Policía Local, como siempre.
Así, Policía Local ha realizado 7 detenciones. De ellas, 6 corresponden a Burgos y una a Miranda de Ebro. En Aranda de Duero, de momento, no se ha registrado ninguna detención.
Los incumplientos del estado de alarma se dan por igual en el medio urbano que en el medio rural o, al menos, así se desprende de las sanciones impuestas durante estas tres semanas de confinamiento. De las 2.503 denuncias tramitadas, casi 1.000 (999, en concreto), correspondieron a la Guardia Civil, que en los pueblos tiene que ser especialmente cuidadosa a la hora de vigilar que los vecinos no se salten el confinamiento, confiados de que allí no llega el virus.
Por su parte, Policía Nacional ha levantado 542 actas de infracción y los cuerpos de Policía Local, 962. De ellas, 632 corresponden a Burgos capital, frente a las 189 de Miranda y las 141 de Aranda. Aprovechar que se saca a las mascotas para dar un paseo, ir a comprar el pan a la otra punta de la ciudad o aprovechar que se tiene un huerto en el pueblo para irse a pasar el fin de semana son algunos de los motivos más habituales de sanción.
Los burgaleses se sirven mucho de las redes sociales. A Policía Local le llegan innumerables preguntas, especialmente por mensaje directo, sobre casuísticas concretas. Y es que, si bien la norma es muy clara, también acepta excepciones cuando son justificadas. Así que, ante la menor duda, consulte a los cuerpos policiales pero nunca se intente ir de listo pues le acaban pillando. Y, no lo olvide, ahora las administaciones están paradas pero las multas se tramitarán y llegarán.
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