Crecen un 9,2% los despidos judicializados en Burgos mientras caen en Castilla y Léon

Los tribunales de la provincia de Burgos aumentaron su actividad especialmente en temas relacionados con conflictos colectivos y despidos individuales. En el primer caso, el aumento fue del 32,1% al pasar de tratarse 28 asuntos en 2017 a 37 en 2018; mientras que en la segundo la subida fue del 9,2%. Los jueces trataron 513 despidos en el pasado ejercicio, 43 más que en los doce meses anteriores.

En cambio, estas dos cuestiones fueron a la baja en Castilla y León. Los despidos cayeron levemente un 0,91% (de 4.072 a 4.035) y las disputas de conflictos colectivos retrocedieron un 3%, al resolverse 100 en 2017 y 97 durante el pasado año.

También aumentaron los asuntos relacionados con las reclamaciones derivadas del contrato de trabajo de 1.147 a 1.213, lo que supone un incremento del 5,8%. Esta reclamación sigue siendo la más numerosa en los juzgados de lo Social y concentra el 51,9% de las peticiones de la provincia. En este punto, la subida fue similar a la autonómica, que fue del 5,55%.

Por el contrario, en Burgos descendieron de 602 a 576 las quejas judicializadas por Seguridad Social, de 602 a 576, lo equivale a una bajada del 4,3%. Esta caída fue insuficiente para impedir que el dato autonómico creciera en un 6,41%.

La actividad judicial social en Burgos es mucho menor que en 2013, un año en el que la crisis económica aún daba importantes coletazos. Desde entonces, el total de asuntos tratados en los juzgados descendió un 29,4%.

Las mayores bajadas en los tribunales burgaleses se produjeron en las áreas de despidos individualizados y reclamaciones derivadas del contrato de trabajo, que cayeron un 45,3% y un 30,7%, respectivamente. En ambos casos, el retroceso es mayor al autonómico, cifrado en un 36% y un 20,4%.

Por último, también descendieron, aunque en un porcentaje menor, las cuestiones relacionadas con la Seguridad Social (-2%) y los confictos colectivos (-7,5%). El primero de los datos es el más llamativo, ya que en Castilla y León, en los últimos cinco años, creció un 19,3%. No obstante, el segundo punto también es reseñable, puesto que, en el ámbito regional, la caída fue del 40,1%.