Las diez noticias imprescindibles de Burgos este jueves 23 de enero
Dos agricultores en una tierra de cultivo. Antonio de Torre

Nuestra 'despensa' está harta de agravios

El jueves las calles de Burgos serán testigos de una protesta del sector agrario que pide ayuda frente a los problemas económicos, políticos y sociales que lastran su rentabilidad y dificultan su trabajo

Lunes, 27 de enero 2020, 08:14

De agricultores y ganaderos se dice, en broma, que siempre andan quejándose. El chiste, ahora mismo, resultaría pesado y de mal gusto. Este jueves no se sorprendan si por las calles de Burgos ven tractores y trabajadores del sector agrario gritando cabreados, tienen razones para ... hacerlo y, como artífices de los productos que llenan nuestras despensas, deberíamos valorarlo y apoyarlo.

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Precisamente, uno de los gritos que las asociaciones agrarias Asaja, UPA y COAG lanzarán será para que la sociedad cambie su percepción denostada sobre agricultores y ganaderos. Y no solo su percepción denostada, también la indiferencia social. Es un error pensar que los problemas que atraviesa el sector primario son exclusivos de este porque, en realidad, nos afectan a todos. Ellos nos dan de comer.

Cuestiones económicas, políticas y sociales están detrás de la protesta que el jueves tendrá lugar por las calles burgalesas pero también por muchas más ciudades españolas. La difícil situación del sector agrario no es exclusiva de nuestra provincia pero hay que destacar que en nuestro extenso territorio la agricultura y la ganadería tienen un peso importante y sostienen el medio rural. Trabas burocráticas y baja rentabilidad como compensación a un trabajo que exige mucha dedicación son algunas de las razones que empujan a los jóvenes a no querer introducirse en este sector. Cuando un agricultor o un ganadero clausura su explotación en un pueblo burgalés es muy difícil que esta vuelva a cobrar vida.

En el ejercicio 2019 la renta agraria ha caído casi un 9 por ciento mientras que los costes de producción han crecido en torno a un 3,6 por ciento. Hacer política con la lucha contra la España Vaciada y no actuar frente a esto es una hipocresía. Desde el sector agrario se piden más mecanismos para regular los mercados y defender los precios. Aún aplicando esto, las medidas serían inútiles si no se regula la política de apertura de fronteras de la Comunidad Europea a las importaciones de productos. Se denuncia desde el 'campo' que estos productos no están sujetos a la misma legislación, es imposible saber si han cumplido con las medidas en origen que sí se exigen a los europeos, pero se pueden vender en las mismas condiciones. La reivindicación de una etiqueta con la trazabilidad del alimento ayudaría a los productores y sería más honesta con el consumidor.

Uno de los agravios que más ofende al sector primario es la hostilidad que aprecian desde algunas organizaciones ecologistas, asociaciones, plataformas e, incluso, políticos. Se acusa al sector de ser uno de los principales causantes del cambio climático. Recuerdan los acusados que no hay nadie más interesado en tener una naturaleza sana que ellos a la vez que apuntan que poco se habla del CO2 que absorben sus cultivos.

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Frente a estos agravios gritarán el jueves pero necesitarán algo más. El sector agrario debe encontrar los mecanismos para recordar a la sociedad que conservan recursos naturales, que suponen un freno a la desertificación, que suministran alimentos y generan empleo rural, que su ganado contribuye al mantenimiento de los bosques y reduce la posibilidad de incendios forestales. Además, de que llevan años innovando para reducir su huella ambiental. Actuar con contundencia contra las notas discordantes también dotaría de mayor prestigio al sector.

El jueves los productores de nuestra comida nos estarán gritando un mensaje que llevan tiempo intentando transmitir y ha sido ignorado. Que no nos lo tengan que repetir.

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