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Medio siglo después de que se rodase 'El bueno, el feo y el malo' en tierras burgalesas, un grupo de fanáticos de este spaghetti western de Sergio Leone se propusieron reconstruir el icónico cementerio de la escena final. Esa aventura, ese trabajo, ... esa pequeña locura que ya es una realidad con unas 4.000 recreaciones de tumbas instaladas, se convirtió en un documental, dirigido por Guillermo de Oliveira, y en el que participan Clint Eastwood, Ennio Morricone o James Hetfield, de Metallica.
Tras pasar por festivales de cine de todo el mundo y obtener reconocimientos, 'Desenterrando Sad Hill' está nominado a un Goya en la categoría de Mejor Película Documental. El anuncio se produjo hace tan solo unos días, coincidiendo casi en el tiempo con el estreno del documental en la plataforma Netflix, que proporciona un streaming de contenido multimedia bajo demanda por Internet.
El documental ya se puede ver en unos 190 países, en marzo se sumará a la lista Japón, donde primero se estrenará en los cines. Diego Montero, uno de los miembros de la Asociación Sad Hill y participante en este documental, reconoce «la sorpresa y emoción por estar en Netflix» añade que «ya hemos recibido muchos comentarios positivos, algunos llegan desde Chile o Canadá».
Que los usuarios de Netflix puedan disfrutar de este documental supone aumentar exponencialmente los posibles receptores del filme. Esto ha hecho que aumente el ya elevado interés por apadrinar una tumba del cementerio de Sad Hill. La Asociación Sad Hill se encarga de instalar las tumbas personalizadas para recrear las 5.000 que había en el momento del rodaje. Montero reconoce que «desde que se estrenó en Netflix hemos notado un gran aumento del apadrinamiento de tumbas».
Hasta ahora hay instaladas unas 4.000 en el cementerio circular y están pendientes de instalar otras 600 que ya están apadrinadas. Con estas cifras solo faltarían 400 tumbas para alcanzar el número clave. Aún con el frío invierno, los entregados miembros de la asociación siguen instalando tumbas aunque a un ritmo menor que cuando el tiempo acompaña.
La utopía de estos modernos quijotes de reconstruir este cementerio, ubicado en un valle situado entre los municipios de Contreras y Santo Domingo de Silos, perteneciente a este último pueblo, se iba a convertir, en un primer momento, en un vídeo de entre 15 y 20 minutos para YouTube, según recuerda Montero que le comentó el director Guillermo de Oliveira. Al final ha acabado siendo una película documental de una hora y 23 minutos de duración y con una nominación a un Goya.
«El director está muy emocionado y nosotros también. Solo estar ahí nominados ya es una alegría y un triunfo porque eso implica que el documental ha superado el corte en el que competía con otros 65 filmes», matiza Montero. Ni la asociación ni el director contaban con esto pero en la gala de los Premios Goya de 2019 'Desenterrando Sad Hill' competirá por llevarse un 'cabezón' con 'Apuntes para una película de atracos', 'Camarón: flamenco y revolución' y 'El silencio de los otros'.
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