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El servicio de transporte sanitario, que tiene concesionado la Junta de Castilla y León con Ambuibérica, sufre una importante falta de personal. Tanto es así que la empresa, para cubrir todos los servicios de ambulancia, trabaja a demanda, lo que supone que llama a los ... trabajadores cuando los necesita sin respetar ni turnos, ni horarios, ni descansos ni vacaciones.
Es la denuncia que realizan los delegados independientes y la Secretaría de la Sección Sindical de SP-TES, que lamentan que esta situación genera una «presión constante» entre los trabajadores, que en algunos casos acaba en baja. «Se les llama a cualquier hora para hacer horas extra», insisten, y ahora «se les está llamando cuando están de vacaciones».
De manera habitual, la empresa no cumple con los horarios ni con el calendario laboral. Sin embargo, la situación se agrava en verano, cuando la plantilla no se refuerza y los compañeros se van de vacaciones. Así que cuando hay una necesidad, se avisa a los que están trabajando. Y no se pueden negar pues, si lo hacen, acaba habiendo «represalias».
Los delegados independientes y la Secretaría de la Sección Sindical de SP-TES aseguran que, esta forma de trabajar a demanda, impide la conciliación familiar. Además, como no se cubren vacaciones ni bajas, se sobrecarga a los compañeros. «No hay personal y la gente no quiere trabajar aquí», lamentan, un problema que llevan años padeciendo sin que nadie lo solucione.
Desde los delegados independientes y la Secretaría de la Sección Sindical de SP-TES denuncian un comportamiento que consideran «muy grave». Y que algún trabajador ha ido a trabajar con covid, porque la empresa no le ha permitido coger la baja.
«Es un riesgo para el personal y para los usuarios», así que esos casos se han denunciado ante la Inspección de Trabajo.
También critican que los trajes que llevan en las ambulancias no sean ignífugos, lo que los expone en determinados servicios. Ni están hechos del material adecuado para que sean reflectantes durante toda su vida útil.
«Los uniformes no son refrectarios, ni ignífugos. En invierno pasan frío y en invierno te asas como un pollo. No transpira», denuncian.
Ese problema de falta de personal repercute igualmente en la concesión de las bajas laborales. Recientemente han tenido un caso de una compañera que, tras sufrir un accidente laboral con la ambulancia, y pasar por Urgencias, ha tenido problemas para conseguir la baja. Según denuncian, la han obligado a hacer un servicio, porque no había quién lo hiciera, antes de permitirle ir a la mutua.
Por otra parte, los delegados independientes y la Secretaría de la Sección Sindical de SP-TES denuncian el estado «lamentable» en la que se encuentran las ambulancias, que pasan la mitad del tiempo en el taller. «Se han caído pastillas de freno al suelo», explican, falta aire acondicionado en plenas olas de calor y el material está deteriorado y no se reemplaza.
Además, los vehículos no cumplen con lo que exige el contrato de concesión, es decir, retirarse cuando acumulan 400.000 kilómetros o diez años. «La mayoría están entre 600.000 y 700.000 kilómetros». Así que no es raro que pasen cosas como la ocurrida recientemente en Lerma, donde los compañeros tuvieron que cambiar hasta en cuatro ocasiones de vehículo.
«No hay control», lamentan, y aseguran que los trabajadores «no se sienten protegidos», más bien lo contrario. Y «abandonados, tanto por la empresa como por la Junta». Recuerdan que trabajan con personas, que tienen algún tipo de enfermedad, y se las está poniendo en riesgo. «Lo que llevamos no es un paquete, son personas» y tienen que viajar en condiciones óptimas.
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