La covid deja a Silos sin sus Jefes por primera vez desde 1999

Los actos de esta fiesta recuerdan cómo el pueblo se libró de la invasión musulmana simulando un incendio en el que las llamas habrían arrasado Silos. La fiesta fue recuperada por el Centro de Iniciativas Turísticas en 1999 y, desde entonces, se ha celebrado anualmente sin percances. Tiene su verdadero inicio en el Día de Reyes pero ayer no 'comenzó' Los Jefes. En la tarde del Día de Reyes se procede al sorteo de los cargos de Capitán, Cuchillón y Abanderado entre los hombres del pueblos que cumplen una serie de requisitos.

Pero como confirma Emeterio Martín, alcalde de Silos, «este año no se ha hecho el sorteo de los cargos porque se ha decidido suspender la fiesta al completo». La decisión no es agradable pero consideran que es lo más «responsable» en este momento. Desde el año 1999, cuando se recuperó la fiesta, no se ha tenido que suspender. Pero «la evolución de la pandemia nos ha llevado a tomar esta decisión. No queremos propiciar que haya eventos que junten a personas. Aunque la fiesta se celebra en la calle, puede dar pie a reuniones de gente y no queremos ser responsables de ello», explica Emeterio Martín, quien desea que en el 2022 la fiesta pueda celebrarse con normalidad.

En la tarde de Reyes se eligen los cargos que tendrán un protagonismo especial el último sábado del mes de enero. Esa mañana el pueblo se reúne en la plaza y se va a buscar a Los Jefes a sus casas. Entre el gentío hay dos grupos de personas que destacan por su indumentaria. Los hombres vestidos con capa castellana que son los comisarios de la fiesta y los niños ataviados con chalecos y polainas de borreguillo y cargados con cencerro que son la representación del ganado fingido que huía del también fingido incendio.

Conducidos por el aire marcial del tambor se procede a recoger al Cuchillón, al Abanderado y al Sargento. La comitiva se dirige al monasterio donde la comunidad de monjes recibe en el patio de San José. Allí el Abanderado hace una demostración de su pericia y se entona el grito: ¡Viva nuestra devoción al dulce nombre de Jesús y de María!.

En la plaza se lee posteriormente el pregón y, en un círculo formado por vecinos y visitantes, se realiza una presentación formal de los Jefes. A primera hora de la tarde se celebra la Corrida de Las Crestas y con la llegada de la noche se disfruta de uno de los actos más espectaculares y llamativos, Silos en llamas. Donde se rememora la hazaña en la que se fingió que el pueblo era devorado por las llamas para evitar el asedio musulmán.

Este 2021 las calles de Silos permanecerán silenciosas el último sábado de enero. Igual que el domingo, consagrado a las Ánimas. La pandemia avanza tras el aumento de la movilidad en Navidad y en Silos no quieren aumentar el riesgo de contagio. Confían en que en 2022 se retome una fiesta recuperada en 1999 y que sitúa a Silos en el mapa nacional en una fiesta concurrida y conocida.