El clima confunde a las abejas y determina una campaña «difícil» en Burgos

El clima será, este año, un factor determinante en la cosecha de miel de la provincia de Burgos. El invierno templado y el verano tardío son dos de las principales causas por los que los apicultores burgaleses temen que su cosecha no sea tan buena como esperaban.

«Se prevé de todo. Hemos tenido una campaña muy difícil», señala Yolanda Martínez, de Asapibur, la Asociación Provincial de Apicultores Burgaleses. Al hablar de la recogida de miel de este 2024, la apicultora indica que «este año va mucho más tarde», y es que aún no saben realmente cómo va a resultar.

Tradicionalmente, la miel se recoge en durante el periodo estival. Sin embargo, el verano llegó el 20 de junio pero, al estar siendo más fresco de lo normal hasta que ha llegado la primera ola de calor, los tiempos de las cosechas han cambiado. Por eso, este año los 1.148 apicultores de la provincia recogerán más tarde la cosecha de miel de las 29.632 colmenas registradas en todo Burgos.

El invierno de 2024 ha sido más cálido de lo normal. Además, en los meses de abril y mayo ha vuelto a hacer frío en la provincia. Estos aspectos, sumados a las lluvias, han propiciado que la cosecha de cereal en Burgos vaya a ser «irregular» y, en el caso de las abejas y la miel, la problemática también gira en torno al clima.

«Hemos tenido un invierno que no ha sido invierno. Ha hecho demasiado calor, pero antes de Semana Santa había temperaturas altísimas, aunque luego empezó a llover y a hacer frío», lamenta Martínez. Sin embargo, no toda la provincia de Burgos ha corrido la misma suerte.

«En la zona norte de Burgos ha ido mal», explica la apicultora. Sin embargo, en las Merindades «está empezando ahora a remontar», en julio, señala Martínez. «Igual tenemos un año muy bueno o igual es regular», explica la apicultora, señalando que todavía es pronto para conocer cómo será la cosecha de miel este año.

Por otra parte, en la zona central de la provincia de Burgos y en el sur «parece que va bien» y la cosecha será correcta. «Va bien porque ha llovido en primavera», comenta Pilar Izquierdo, una apicultora de Huerta de Rey. En esta zona la floración ha ido bien y a tiempo, explica Izquierdo.

Este año, al haber hecho frío en primavera, las plantas como el brezo han tardado en florecer en algunas zonas de la provincia. Este hecho ha causado que las abejas de esas zonas de Burgos no tuvieran de dónde sacar el polen para luego crear el néctar y la miel.

Por tanto, los apicultores de la provincia han tenido que recurrir a alimentos que aporten proteínas e hidratos a las colmenas para mantener a las abejas. «Nunca las he alimentado como este año», explica Martínez. «Cada vez estamos alimentando más y más porque el clima hace que las abejas estén como locas. No saben si poner, si no poner...», explica con desazón la apicultora el problema de confusión que sufren las abejas por los cambios de tiempo.

Por otro lado, el mal clima ha impedido que los apicultores hayan hecho reinas, ya que un tercio de las colmenas cambian esta figura cada año. Asimismo, en la Merindad de Sotoscueva la visita de un oso pardo ha provocado pérdidas de 9.000 euros al dañar una veintena de colmenas.

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