El cine regresa a un pueblo de Burgos para revitalizar la vida social

La asociación cultural Collalba, de Cilleruelo de Abajo, está promoviendo este proyecto que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento. Consiste en recuperar el cine en el pueblo, en el medio rural. El objetivo es acercar a todos los vecinos la cultura cinematográfica y ofrecer la oportunidad de participar en actividades socioculturales a lo largo de todo el año. «En verano es más sencillo organizar y encontrar actividades, pero en invierno es cuando más falta hace, cuando hay que quitar a la gente la bata y sacarla a la calle para hacer vida social, y eso buscamos», explica Raquel Casado, portavoz de la asociación.

La experiencia ya comenzó con éxito el pasado 30 de diciembre. Se proyectó la película 'La contadora de historias' y se aprovechó para homenajear, en el comienzo de esta iniciativa, a los precursores. Hace 55 años, precisamente también en el mes de diciembre, pero del año 1968, los miembros de la Junta Directiva del Teleclub de Cilleruelo de Abajo aprobaron proyectar cine en el pueblo. Las proyecciones eran continuas y con éxito de afluencia, pero el proyecto se perdió y solo quedaron algunas proyecciones esporádicas en fechas señaladas.

A 'La contadora de historias' se han ido sumando otros títulos cada sábado y así seguirá siendo semanalmente. Pero no solo se trata de proyecciones de películas. Aprovechando la cita de los premios Goya, se ha proyectado la película nominada a cuatro premios 'Chinas', dirigida por Arantxa Echevarría, estrenada en octubre de 2023. «Gracias a una suma de voluntades de diferentes personas comprometidas con el cine y la cultura rural, hemos tenido la oportunidad de vivir de cerca esos premios porque se ha contado con la presencia en el pueblo para un coloquio tras la película de dos de sus protagonistas: Xinyi Ye y Julio Hu», explican desde la asociación.

También contarán con una proyección muy especial a nivel sentimental, 'El maestro que prometió el mar', la historia de ese joven maestro de Tarragona que antes de la Guerra Civil fue profesor en un pueblo de Burgos, Bañuelos de Bureba, y que mediante un innovador método pedagógico inspiró a sus alumnos y les hizo una promesa: llevarlos a ver el mar.

«No es fácil, todos somos voluntarios y lo estamos haciendo todo de forma legal y con todo en regla, por lo que cuesta, pero es la ilusión de dinamizar el pueblo, de que haya cultura más allá del verano, de unión», explica Raquel Casado.

Con ellos ha colaborado la productora, distribuidora y exhibidora A contracorriente Films, a través de su plataforma acontraPro y la empresa GRETICO S.L., como proveedora de los equipos de proyección con tecnología Digital Cinema Streaming (DCS).

De esta forma, lejos de los grandes circuitos de cine, se está tejiendo una red cultural. Pequeñas cifras y encuentros cinematográficos que producen grandes cambios sociales en los pueblos. La asociación Collalba, como explica Raquel Casado, tiene la intención de extender a otros pueblos de la comarca del Arlanza, unidos en la plataforma Arlánzate, esta iniciativa. Entre todos están buscando apoyos de entidades públicas y privadas para hacer frente a los recursos tecnológicos y de infraestructura necesarios.

Una visita al pueblo y aprovechar para disfrutar del cine en el medio rural es una forma de apoyar la iniciativa y apoyar y animar a aquellos que colaboran con la cultura rural. Más allá de las tres ciudades de la provincia, Burgos no cuenta con ningún cine rural, pero sí son varios los pueblos que optan por proyectar películas para acercar el cine a sus vecinos. Porque no solo se trata de ver películas en casa, el cine es mucho más y la experiencia compartida gana. La conversación, el debate, el compartir los sentimientos generados logra la unión.