El ciclo SalvArte lleva a Salas de los Infantes un mes de agosto de evasión a través de la cultura

Marcado por la pandemia de la covid-19 y por las restricciones, marcado por la incertidumbre y las ganas de evasión llega agosto y Salarte propone un canal de fuga a la opresiva realidad. Aprovechan su sede, ubicada en la Sala de EstArt, al aire libre para organizar varios eventos, desde un micro abierto, talleres o espectáculos. Sin olvidar una instalación artística.

Este viernes 31 de julio, a las 20.30 horas, comienza el micro abierto, será la tercera edición de este evento pero este año será distinto a las anteriores ocasiones. La asociación ha dedicado mucho tiempo a preparar la cita y por eso también se pide la colaboración de los asistentes. El aforo será limitado, la entrada ordenada y cumpliendo todos los protocolos. La cita es para público adulto que, una vez haya accedido al recinto, permanecerá sentado en sus sillas hasta la finalización del evento. Por supuesto, el uso de la mascarilla será obligatorio y las puertas se abrirán media hora antes del evento.

Del 8 al 9 de agosto se ha preparado un taller para niños que creen que no son músicos de autoedición de cassettes. El horario será de 11 a 13 horas, el precio es de 10 euros y el grupo será reducido, 10 participantes como máximo.

Para los mayores de 14 años se ha organizado un taller fotografía analógica y revelado casero. Será los días 4, 5 y 6 de agosto de 17 a 19 horas en la Sala de EstArt. El precio es de 20 euros y el número de asistentes de 15.

Además, para el 21 de agosto hay programado un espectáculo poético musical con el músico burgalés Daniel Guantes. Para público adulto, dará comienzo a las 20.30 horas al aire libre, como todas las actividades. Igualmente, para el 15 de agosto hay otro espectáculo para todos los públicos.

En esta nueva realidad es importante mantener vivo y salvar el mundo de la cultura y el arte. Testigo de toda esta actividad cultural y artística será la nueva instalación que se colocará en la Sala de EstArt. Rubén Arroyo, Lauren Martínez, Rocío Camarero, Toño Azúa, Olga Caparrós, Javier Martín, Pedro Martín y Belén Contreras son los autores que están detrás de esta nueva obra de arte que pasará a formar parte de la familia.

Se trata de una instalación conceptual que pretende transmitir el miedo del mundo del arte y la cultura por un futuro en el que las disciplinas artísticas parecen abocadas a la desaparición o, al menos, a vivir en pequeños reductos. La expresión artística es pura necesidad para el hombre, para su desarrollo y su equilibrio emocional. El arte es también economía, trabajo. Hay que dejarlo claro y reivindicarlo, las pequeñas muestras como el apoyo de estas iniciativas es una forma de no dejar morir el arte, porque si él muere una parte de nuestra cultura, una parte de nosotros, desaparece.