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La situación del servicio de transporte sanitario programado sigue siendo fuente de denuncias por parte de los trabajadores. El estado de los vehículos, la falta de personal, las «lamentables» condiciones laborales de los trabajadores y, ahora también, el cambio del protocolo para el traslado ... de pacientes con covid-19 motivan una nueva oleda de críticas.
En este caso vienen de la mano de la sección sindical de CGT en Ambuibérica Burgos, que asegura que el servicio «es un peligro constante» y exige un «rescate», pues se trata de una concesión que realiza la Junta de Castilla y León y que acaba de cambiar de empresa, pasando a Ambulancias Rodrigo (aunque ambas firmas pertenecen a HT Group).
En un comunicado, el sindicato denuncia un cambio en el protocolo de atención a pacientes con covid-19, pues los traslados ya no se efectuarán separados del resto de pacientes. Una situación que pone en riesgo a usuarios vulnerables, que son los que van en las ambulancias de transporte sanitario, recuerda.
«El servicio de traslado no urgente coletivo es usado, por ejemplo, por pacientes inmunodeprimidos, que tienen como recomendaciones importantes no juntarse con otras personas enfermas para evitar infecciones», apunta. Y una ambulancia es un espacio de riesgo, muy reducido, sin casi posibilidad de ventilación y en el que a veces viajan para largos recorridos.
La sección sindical de CGT denuncia igualmente el mal estado en el que se encuentran las ambulancias. «La flota es una verdadera chatarra», insiste, «con vehículos pasados de kilómetro, en mal estado y con fallos constantes, que hacen que pasen más tiempo en el taller que trabajando«, lo que repercute en el servicio que se presta.
Al faltar vehículos, se etá enviado a trabajadores a casa y ralentizando los servicios de recogida y traslado de pacientes, sobre todo las recogidas en hospitales por alta, asevera CGT. Además, «se está haciendo uso de ambulancias asistenciales» para el transporte programado, algo que ya se ha puesto en conocimiento del Servicio Territorial de Sanidad.
A todo ello se suman las «lamentables» condiciones laborales de los trabjadores, que deben ser revisadas tanto en el ámbito económico como en el puramente laboral. La negociación del convenio, «lesivo», está paralizada por la entrada de la nueva concesinaria, si bien CGT recuerda que al pertencer al mismo grupo «no esperan cambios significativos en la gestión» del servicio regional.
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