Las chapas vuelven a Burgos por Semana Santa

Roa, Villadiego, Melgar de Fernamental, Los Balbases, Aranda de Duero y Miranda de Ebro son las localidades donde, al menos un establecimiento, ha solicitado licencia para poder disfrutar de esta costumbre en 2024.

En la comunidad, la Junta de Castilla y León ha otorgado 92 licencias para jugar a las chapas durante los próximos días repartidas entre las 31 de León, provincia donde más se han aprobado, 26 en Valladolid, 18 en Palencia, las citadas nueve de Burgos, las cinco de Segovia y tres más en Zamora.

Aunque no se ha otorgado ninguna en la capital burgalesa, las chapas regresarán a la provincia durante los días centrales de la Semana de Pasión para rememorar una tradición cuyo origen se pierde en el tiempo. La creencia popular más extendida retrotrae el nacimiento de este curioso juego al sorteo que hicieron los soldados romanos de la túnica de Jesucristo antes de su crucifixión, hecho que lo liga ineluctablemente a la Semana Santa.

De fuerte arraigo social, sobre todo en las zonas rurales, a las chapas se juega mediante el lanzamiento de dos monedas de diez céntimos de la época de Alfonso XIII llamadas 'perras gordas'. De esta manera, los jugadores, se reúnen alrededor de un corro dirigido por el organizador del juego o 'baratero' y apuestan en el suelo una cantidad de dinero estipulada por un jugador que hace de banca, hecho por el que tuvo que ser regulada esta práctica.

Acto seguido, los participantes deben tratar de adivinar si ambas monedas quedarán en posición de caras o de cruces. Si cada una de las monedas muestra una cara diferente, se deberá repetir la jugada hasta que coincidan. Si el lanzador gana, la jugada continúa con la siguiente tirada y se dobla el dinero apostado, pero si se pierde, el turno pasa al siguiente jugador. Después llegará la hora de saber cuánto se ha ganado o perdido.

Precisamente por las apuestas realizadas y las cantidades apostadas -en ocasiones incluso bienes patrimoniales, el juego de las chapas está regulado desde el año 2002 por la Junta de Castilla y León. Actualmente, aquellos que deseen jugar deberán realizar las apuestas exclusivamente con dinero líquido, impidiendo tales sobre bienes muebles o inmuebles, o sobre animales.

La regulacón vigente establece también la posibilidad de que el juego se desarrolle en un local cerrado o al aire libre -para lo que se debería obtener los correspondientes permisos municipales- bajo la luz natural y a más de cien metros de cualquier centro educativo.