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Una de las paradas más destacadas y por donde se recomienda llegar a Castrojeriz es por el Hospital General de San Antón, situado a dos 2,5 kilómetros de Castrojeriz. Ya sea andando, ya sea en vehículo, pasar por debajo de esos arcos, que enmarcan la carretera, su grandiosidad, su suntuosidad conmueven al viajero.
Castrojeriz, atravesado por el Camino de Santiago, llegó a contar con hasta siete hospitales de peregrinos. A un par de etapas de alcanzar la mitad del Camino si se había salido de Roncesvalles, los peregrinos llegaban a Castrojeriz en un estado que precisaba reposo antes de continuar. Además es que los peregrinos que llegaban debían pasar por la misma puerta de un hospital, el General de San Antón, uno de los hospitales de peregrinos más famosos de la ruta. El hospital también sufría el paso del tiempo, así que en el siglo XVI se construyeron unos contrafuertes para afianzar la fachada. Así se puede seguir pasando bajo sus arcos.
La estupefacción que produce ver cómo la pequeña carretera que conduce de Hontanas a Castrojeriz se cuela por los arcos de aquel viejo monasterio, merece la pena empezar la visita por aquí. Como lo hacían los peregrinos, como lo siguen haciendo: acercándose antes hasta las ruinas del hospital de San Antón.
Seguimos avanzando y en el horizonte nos aparece el pueblo, Castrojeriz. Presidido desde lo alto por las ruinas de un castillo legendario. Bodegas, casas cueva nos acompañan en la subida hasta el castillo. Un castillo de vistas largas, amplías, sobre las llanuras dilatadas, como la historia de Castrojeriz. Fotografía: Gabriel de la Iglesia
El castillo tiene ahora muchas zonas en ruinas, su primitiva construcción visigoda fue adaptándose al terreno a lo largo de los siglos. Fue escenario de luchas entre Alfonso y el Batallador y doña Urraca y también estuvo encarcelada Leonor de Castilla, reina de Aragón. En el siglo XVI comenzó su decadencia y el terremoto de Lisboa de 1755 acabó de rematarlo. Hasta aquí llegaron los temblores. Pero desde el 2013 está rehabilitado para recibir visitas. La subida es empinada, de unos dos o tres kilómetros, pero las vistas desde lo alto merecen el esfuerzo. Fotografía: Javier Prieto.
Castrojeriz es, sobre todo, una larga calle de casi dos kilómetros de longitud, una de las más extensas de todo el Camino de Santiago y, junto a la capital, uno de los hitos jacobeos más importantes de la provincia. Adentrarse por las calles del pueblo, y por la calle real que sigue el trazado del Camino, supone disfrutar de su arquitectura. Nos encontramos con posadas, albergues, restaurantes y, por supuesto, algún que otro peregrino dependiendo de la época del año.
Albergues, posadas, indicaciones. El Camino de Santiago vertebra Castrojeriz.
Situada bajo la silueta del castillo, a la entrada del pueblo, encontramos la iglesia Virgen del Manzano. En un cruce de caminos, marcado por un crucero, está la iglesia de un estilo románico que fue adaptándose a los gustos góticos. En el interior hay un museo de arte sacro. Fotografía: Javier Prieto
Plaza dedicada al fuero de la Villa, esos derechos y privilegios otorgados a Castrojeriz en 974 por García Fernández, conde de Castilla.
Avanzando llegamos a la plaza Mayor. Una plaza alargada y con una zona porticada que le dota de un carácter especial con columnas del siglo XVI. En un extremo se encuentra el Ayuntamiento.
El Camino de Santiago llega hasta la iglesia de San Juan de Castrojeriz. Destaca esa estrella de cinco puntas, una torre robusta y, en el interior, el estilo mudéjar.
En Castrojeriz podemos seguir otro trazado, no solo el del Camino de Santiago. Se trata del de su muralla. Los restos bordean el pueblo y uno de los lugares más espectaculares para apreciarla es el parque de la Puerta del Monte
Pero, además, encontramos una arquitectura singular, casas de piedra y otras típicamente castellanas. Entre los edificios civiles de Castrojeriz destaca la casa Gutiérrez Barona, el antiguo palacio de los Condes de Castro y la casa del Cordón.
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