El campo burgalés se juega unos seis millones de euros anuales en las elecciones de EE.UU.

El valor de los productos agroalimentarios que nuestra provincia exporta a Estados Unidos se podría ver afectado por la continuidad o por la revisión de esta política comercial estadounidense, en función de la victoria electoral de Donald Trump o de Joe Biden. En el año 2019, según datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo recogidos por COAG, las exportaciones de alimentación, bebidas y tabaco a Estados Unidos alcanzaron los 5,9 millones de euros en la provincia de Burgos. A nivel regional esta cifra sube hasta los 78,1 millones en Castilla y León.

Castilla y León exportó a Estados Unidos productos cárnicos y lácteos, cereales, frutas y hortalizas o piensos para animales por valor en 2019, de 78,119 millones de euros. Si nos centramos en la provincia de Burgos, se sitúa en la cuarta posición por detrás de Palencia, Valladolid y Salamanca con exportaciones valoradas en 5,9 millones en 2019.

La mayor parte de estos 5,9 millones procede de la exportación de bebidas. El año pasado la cantidad ascendió a 5,2 millones de euros en bebidas exportadas. La exportación de preparados alimenticios supuso unos ingresos de 462.000 euros. Por detrás se sitúan los productos pesqueros (202.000 euros), los productos cárnicos (8.000 euros), productos lácteos y huevos (2.000 euros).

Todas estas exportaciones de productos podrían verse revisadas por el nuevo Gobierno que salga de las urnas estadounidenses. Desde la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) de Castilla y León se apunta que esta revisión debería hacerse «con criterios no supeditados a los intereses geopolíticos de las grandes potencias». En este sentido, COAG Castilla y León considera «muy lesivo que estos intereses geopolíticos mundiales condicionen a sectores estratégicos de todo el planeta como son la agricultura, la ganadería y la alimentación. El sector agrario no puede ser siempre perjudicado en las negociaciones», se lamenta.

COAG recuerda que hace un año, «Donald Trump anunció una aplicación de aranceles a productos agroalimentarios que castigaba al campo por los supuestos beneficios obtenidos por el sector aeronáutico europeo, que es el que originó la disputa en el seno de la Organización Mundial del Comercio. Una vez más, el sector agrario fue moneda de cambio a favor de otros sectores».

Castilla y León se jugaba entonces 25 millones de euros en alimentos de calidad, como vinos, quesos o jamones por estos aranceles planteados por Trump que se repartían de la siguiente forma por provincias: Valladolid (46 %), seguida de Burgos (19 %) y Zamora (14 %). A distancia se sitúan Salamanca (9 %) y León (8,75 %). En menor medida afecta a Soria (1,5 %) y a Segovia (1,10 %), y apenas a las provincias de Ávila (0,4 %) y Palencia (0,07 %).