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Balto es un perro marrón de tamaño mediano que se ha perdido entre Villalmanzo y Lerma después de que el coche en el que viajaba con su familia humana tuviese un accidente. Desde entonces, no han dejado de buscarle. Desde las redes sociales, Marta, su humana, ha pedido ayuda para dar con su paradero.
El animal, que puede estar herido, lleva colgado del collar el cinturón rojo que le sujetaba al asiento del vehículo. Balto viajaba en el vehículo que sufrió un accidente el pasado lunes sobre las 13:00 horas. Como cuenta Marta, «el coche patinó» lo que provocó que impactasen «con el quitamiedos». «Dimos tres vueltas de campana y en ese ajetreo no sabemos si Balto o cualquier otra cosa presionó el enganche del cinturón y se liberó», explica.
El perro, asustado por el impacto, salió disparado por una de las ventanas después de que los cristales de coche se rompieran con el golpe. Según le han contado a Marta testigos del accidente, el perro salió corriendo por la autovía. «Una chica se paró y salió corriendo detrás de él hasta una gasolinera. Estuvo a punto de cogerlo, pero el perro echó a correr y no pudieron seguirlo», lamenta.
La Guardia Civil le avistó en Lerma y trató de recuperarlo, pero el miedo de Balto era tan grande que siguió corriendo. En las vías de tren se le pierde la pista, pues el can corrió campo a través. Marta, que se pasó toda la tarde del lunes en el hospital para que le revisaran las lesiones fruto del accidente, pide ayuda a todo aquel que pueda haber visto a Balto.
Al parecer, y según las últimas noticias que tiene Marta, el perro puede estar en las inmediaciones de Fontioso, por donde están caminando para tratar de localizarlo. Balto no conoce la zona, pues es de Madrid. Es cruce de podenco y de tamaño mediano, con bastante pelo en la cola.
Es un perro miedoso y juguetón y, como dice Marta, la mejor manera de que se acerque es con comida. «No muerde ni es agresivo, aunque estará muy asustado. No le gusta estar solo», indica. «A los hombres les ladra porque les tiene miedo. Adoptamos a Balto cuando era chiquitín porque apareció en una cueva abandonado con su hermana», explica.
Marta no conoce la zona de Lerma y pide ayuda para localizar «alguna cueva» donde se hubiese podido esconder como cuando era pequeño. «Es un podenco gordito con pelos blancos en el pecho y en las pezuñas», añade.
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Dolorida por el golpe de ayer, Marta no pierde la esperanza de encontrar a Balto y recorre a pie las últimas zonas donde le vieron. Además, pide ayuda a todo aquel que esté por la zona de Lerma para encontrar el paradero de Balto.
Para recibir cualquier información, la familia humana de Balto ha compartido dos teléfonos: 669798393 y 656274631.
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