Burgos, la que más vidrio recicla de Castilla y León por quinto año consecutivo

Así lo ha comunicado este jueves Ecovidrio, encargada de la gestión del reciclado de residuos de envases de vidrio en España, a través de un informe en el que se refleja a Burgos como la quinta provincia de España que más vidrio recicla solo por detrás de las Islas Baleares, Guipúzcoa, Gerona y Navarra.

El dato burgalés supera por casi dos kilos la contribución en cantidad de la siguiente provincia en la comunidad, Segovia, cuyos habitantes promediaron 24,2 kilogramos de vidrio reciclados cada uno.

La tercera que más utilizó este tipo de reciclado en 2022 es Palencia con 22,1 Kg/hab, seguida de Soria (20,7 Kg/hab), Valladolid (18,4 Kg/hab), León (17,9 Kg/hab), Zamora (15,2 Kg/hab), Ávila (15 Kg/hab) y Salamanca (14,1 Kg/hab).

De esta manera, cada ciudadano depositó en los contenedores verdes de la región unos 21,3 Kg de envases de vidrio, lo que equivale a unos 73 envases por persona, una estadística que se sitúa por encima de la media nacional de 19,8 Kg/hab y unos 68 envases por persona.

Así, los castellanoleoneses reciclaron 50.447 toneladas de envases de vidrio en los 19.719 contenedores verdes disponibles en la comunidad (un 1,5 % más que el año pasado) y que aplicado al uso diario se traduce en más de 476.588 envases arrojados al día y unos 331 por minuto.

Para concienciar de la importancia de esta acción, Ecovidrio ha informado que gracias al reciclaje logrado el pasado 2022 en Castilla y León se evitaron evitó la emisión de 30.416 toneladas de CO2, una cantidad equivalente a retirar más de 14.000 coches de la circulación durante un año.

Además, este gesto compartido permitió ahorrar 37.453 Mwh de energía, gasto equivalente al consumo energético doméstico de la ciudad de Valladolid entera durante un mes y que significó un ahorro de 7,6 millones de euros.

Retrocediendo al inicio de la fabricación de este vidrio, la entidad también ha revelado que con el reciclaje acumulado por los castellanoleoneses el pasado año también se evitó la extracción de 62.929 toneladas de materias primas (arena, sosa y caliza), un peso equivalente a más de 6 veces el de la Torre Eiffel.