Burgos recibe con calor a la primavera tras un invierno de contrastes y húmedo

Las altas temperaturas serán la nota dominante en los primeros días de la primavera burgalesa. La previsión de la AEMET avanza máximas de hasta 23 grados en la provincia el lunes, martes y el miércoles. Ya de cara al jueves se mantendrán las temperaturas suaves aunque entrará la lluvia, que sigue siendo necesaria tras la intensa sequía de 2022.

El invierno que dejamos atrás ha sido húmedo y cálido en España, tanto que es el décimo más cálido de la serie histórica (que arranca en 1961) y el quinto del siglo XXI. Sin embargo, en Burgos han predominado los contrastes térmicos, con un diciembre cálido y un enero y febrero especialmente fríos, debido a tres borrascas.

Los datos ofrecidos por la AEMET así lo constatan. Diciembre se cerró en Burgos capital con una temperatura media de 7,2 grados, según los registros de la estación meteorológica del Aeropuerto, por encima de los 3,9 grados habituales. El día 31 se registró la máxima, con 14,8 grados, y la mínima fueron los 3,6 grados negativos del 4 de diciembre.

Enero arrancó con calor, registrándose el primer día del año la máxima del mes, con 15,6 grados. A partir de ahí llegó el frío, primero, y luego la nieve, de la mano de las borrascas Gerard y Fein. El 18 de enero fuero el día más frío del mes, con una media que no superó los 0,8 grados. Y la máxima más baja se registró el 24, con 1 grado positivo.

De este modo, la temperatura media del mes se quedó en 2,4 grados, por debajo de los 3,1 habituales. Y muy frío fue también febrero, con una media de 3,5 grados (lejos de los 4,1 habituales) y mínimas de 8, 7,9 y 7,8 bajo cero, las más bajas del año. Eso sí, hubo unos días de calor, cuando los termómetros subieron a los 17 grados en los Carnavales.

En cuanto a las precipitaciones, el invierno ha sido húmedo. Diciembre acumuló en la capital 85,2 litros por metro cuadrado, por encima de la media de 63 litros. En enero también llovió, aunque menos. Fueron 51,6 los litros acumulados, suficientes para superar las cifras habituales. Sin embargo, febrero ha sido un mes seco, con apenas 13,2 litros recogidos.

Aún así, los registros son muy superiores a los del pasado 2022, un año que fue seco y cálido desde el primer momento. Por ahora, el tiempo se va comportando tal como se espera de él, muy pendientes de cómo acabe el mes de marzo. Por ahora, pocas lluvias. La estación meteorológica de Burgos solo ha recogido 13,7 litros, lejos de los 34 habituales.

Si hablamos de temperaturas, salvo un arranque de mes frío, con una máxima de 3,8 grados y una mínima de 6,3 negativos, los termómetros se han suavizado. La máxima se registró el pasado 16, con 21 grados, pero ha habido varias jornadas de 18, 17 y 16. Y, si se cumplen las previsiones, las que vienen serán también de calor, y sin lluvias.

Como no puede ser de otra manera, en el estreno de la primavera estamos ya pensando en la Semana Santa. Y la AEMET lo sabe, así que ha intentado lanzar un avance de previsiones, pero hay más dudas que certezas. Recuerdan que, sobre todo en cuanto a precipitaciones, es difícil hacer una previsión a dos semanas vista.

En principio, la Semana Santa en Castilla y León será más cálida de lo normal, pero no hay una tendencia clara sobre las lluvias. Ven mucha «incertidumbre» en la semana del 3 al 9 de abril. La razón no es otra que el hecho de que esta primavera vaya a ser 'normal' tirando a cálida y húmeda, pero sin estridencias en la región.