ICAL
Domingo, 7 de febrero 2021, 12:58
Las denuncias impuestas por los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil han caído en la comunidad un 17,49 por ciento, debido a los estrictos protocolos sanitarios anticovid que deben seguir los guardias a la hora de realizar controles, así como ... por el desplome del tráfico provocado por el confinamiento.
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El pasado año la Guardia Civil tramitó 163.473 denuncias en la carreteras de Castilla y León, frente las 198.138 de 2019, según datos del Sector de Tráfico de Castilla y León a los que ha tenido acceso Ical.
Por provincias, todas las de la región registran un descenso en el número de denuncias pero Burgos se sitúa a la cabeza. Es la provincia que más sanciones de tráfico sumó en el 2020. Aún así, también ha vivido una caída del 18,11 por ciento entre las denuncias del 2019 y las del 2020.
El exceso de velocidad se mantiene como la principal infracción y el año pasado representó el 49,46 por ciento de las denuncias (86.636) en Castilla y León. En segundo, pero a mucha distancia, aparecen las multas impuestas por circular con la ITV caducada, que representaron el 8,72 por ciento (14.267), por delante del uso del teléfono móvil, con el 4,48 por ciento (7.327), y la no utilización del cinturón de seguridad, con el 4,45 por ciento (7.281).
El uso de neumáticos en mal estado representó el 2,1 por ciento de las denuncias (3.451); las deficiencias o la mala utilizaicón de los sistemas de señalización o alumbrado fue el motivo del 2,03 por ciento (3.319) de las multas, y los positivos en los controles de alcoholemia representaron 1,38 por ciento (2.258) de las sanciones administrativas. Además, también se tramitaron 354 sanciones por no utilizar de forma adecuada los sistemas de retención infantil, 80 por no utilizar el casco y 58 por negarse a someterse a un control de alcoholemia.
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El teniente coronel Francisco González Iturralde, jefe del Sector de Tráfico de la Guardia Civil en Castilla y León, explica que aunque el número de controles se ha mantenido, los protocolos de seguridad establecidos para evitar la expansión de la covid-19 están provocando que el número de conductores controlados se reduzca considerablemente.
En este sentido, apunta que además de evitar cualquier contacto cercano, la revisión de la documentación también requiere un procedimiento especial, dado que se solicita al conductor que la deposite en el capó del vehículo para que los agentes, sin tocarla, puedan revisarla. No obstante, aunque matiza que este protocolo es el habitual, muchas veces se complica debido a factores como la lluvia, el viento, los accidentes o casos en los que los conductores se ponen nerviosos y necesitan ayuda.
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Además, González Iturralde también añade que para que sea más efectiva la faceta preventiva de las sanciones, la Guardia Civil mantiene la política de procurar notificar todas las que sea posible 'in situ' a los conductores, incluidas las que se realizan con radares fijos o dinámicos, mecanismo que evita que el número de multas sea mayor.
Además, el jefe del Sector de Tráfico, recalca que el confinamiento y estado de alarma provocó el pasado año un importe descenso del tráfico. Según los datos de la DGT, la caída de los desplazamientos de largo recorrido fue 26 por ciento en la Comunidad, descenso que los fines de semana alcanzó el 37,1 por ciento. Además, los mayores descensos en movilidad del año correspondieron con los meses de abril y mayo, con caídas del 79 por ciento, y 65 por ciento, respectivamente.
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