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El último día de 2023 deja en Burgos tres fallecidos menos en las carreteras de la provincia que en la misma fecha de 2022. A pesar de ello, son 18 los muertos que se han registrado en accidente de tráfico en las vías interurbanas de ... la provincia hasta el 30 de diciembre de 2023. En esta misma fecha de 2022 la cifra de víctimas mortales ascendía hasta las 21. El último de los accidentes mortales se produjo el pasado sábado 16 de diciembre, cuando un varón perdió la vida tras ser atropellado en la A-1, en Villagonzalo Pedernales.
También se han reducido los siniestros mortales con respecto a los que se produjeron en 2022. A estas alturas del pasado año eran 18 los accidentes con víctimas mortales, en este 2023 este registro es un accidente menos. Y todo ello a pesar de que el año no empezó bien. En el primer semestre de 2023 las carreteras burgalesas se cobraron siete víctimas mortales. Esta cifra incrementaba en uno los registrados en el mismo periodo de 2022. Además, mientras que en 2022 se registraron cinco siniestros mortales, en 2023 fueron siete los accidentes con muertos.
Este número de muertos no solo era superior al de 2022, sino que también superaba los registros de los últimos cinco años. En 2019 fueron cuatro las muertes en carretera, mientras que en 2020 y 2022 fueron seis. En 2021 los fallecidos por accidentes viales en estas fechas ascendían a cinco.
En los primeros meses de este 2023 fallecieron tres motoristas y cuatro usuarios de turismo y, además, Burgos fue la provincia que lideró las muertes en carretera durante el verano. A pesar de ello, los resultados globales son mejores este último día del año.
De los 17 accidentes ocurridos este año solo uno ha sido múltiple. Se trata del que ocurrió en Briviesca durante la operación especial de tráfico por el puente de agosto y en él fallecieron dos personas. Ocurrió el mismo 15 de agosto, cuando una madre de 48 años y su hija de 25 murieron en la AP-1 de Burgos, cerca de Briviesca. En el vehículo también viajaba el otro hijo con su novia, ambos de 17 años. La familia, de ascendencia portuguesa, regresaba a Francia cuando su turismo se salió de la carretera y comenzó a arder sobre las 09:25 horas.
En este 2023 cuatro motoristas han perdido la vida en vías interurbanas. Todos ellos a consecuencia de salidas de vía o caídas. La primera fue en Aranda de Duero el 16 de marzo, cuando un hombre de 67 años falleció después de sufrir un accidente de moto en el kilómetro 155 de la N-IA, a la altura de la báscula. Un mes después, el 17 de abril y en Villarcayo, perdió la vida un varón de unos 50 años. En este caso, en la CL-629, en el kilómetro 69, el 1-1-2 recibió una llamada que alertaba de una motocicleta en la vía, pero no había rastro del motorista. Más tarde encontraron el cuerpo del hombre, inconsciente pero vivo. Hasta el lugar del accidente se desplazó una UVI Móvil de Sacyl y el equipo médico de Villarcayo, aunque no pudieron hacer nada por salvar la vida del hombre que finalmente acabó falleciendo.
Otro de los motoristas fallecidos murió el 27 de mayo en la BU-P-8012, a la altura del pueblo burgalés de Torrelara. Un ciclista que circulaba por esa vía fue quien avisó de que se había encontrado un motorista que había sufrido un accidente y que el hombre se encontraba tirado en la carretera. El personal sanitario que se desplazó hasta el lugar solo pudo confirmar su fallecimiento en lo que parecía una salida de vía.
El 23 de agosto moría en el punto kilométrico 0.200 de un camino vecinal en Quintanarraya un varón de unos 50 años que transitaba por esta vía vecinal con moto cuando se salió y cayó a un arroyo seco. El personal médico que acudió al lugar del accidente solo pudo confirmar el fallecimiento del conductor.
Burgos registró seis fallecidos en las carreteras durante este pasado verano. La provincia lideró así las muertes en accidentes de tráfico de la región. Además, una mujer murió atropellada por un tractor en San Millán de Lara en el monte en Iglesiapinta. Los servicios médicos que se desplazaron hasta el lugar no pudieron hacer nada por la vida de la mujer, que falleció a consecuencia del atropello antes de poder ser trasladada a un centro médico.
En otoño se produjeron cuatro muertes en las carreteras, dos de los fallecidos fueron atropellados. El primero de ellos se registró el 29 de octubre, cuando un varón perdió la vida tras ser atropellado por un turismo en la carretera BU-V-5433, en la localidad burgalesa de Villasuso de Mena. El accidente tuvo lugar a las 5:50 horas. El hombre fallecido tras ser arrollado por un turismo era un conocido hostelero de la provincia de Vizcaya. Alberto Saratxaga Pelayo era vecino de Balmaseda y tenía 54 años.
Apenas unos días después otro hombre moría en un accidente de tráfico en el que otras dos personas han resultado heridas. Ocurrió el viernes 3 de noviembre en la carretera BU-V-7422. El accidente se produjo en el kilómetro 4.100, en el término municipal de La Puebla de Arganzón. Un turismo se salió de la vía de noche y chocó contra un talud dejando un hombre un varón de 34 años y con domicilio en Álava muerto.
Una colisión entre un tractor y un coche tuvo como resultado otro fallecimiento el 28 de noviembre en Briviesca. Ocurrió en la N-1 y los alertantes avisaron de que el accidente había dejado un herido que se encontraba atrapado en el interior del coche y que podía estar fallecido. En el lugar del accidente, el personal del Sacyl solo pudo confirmar el fallecimiento del varón.
El último accidente hasta el momento en vías interurbanas tuvo lugar el día 16 de diciembre. Un hombre de 37 años murió durante la madrugada en la autovía A-1. Sobre las 3:17 de la mañana, la sala de Emergencias del 1-1-2 recibió una llamada acerca de un accidente producido en el kilómetro 234 de dicha carretera, en sentido Madrid, a la altura de Villagonzalo Pedernales. En principio, la llamada alertante avisaba de un accidente sin heridos que habían sufrido dos turismos tras chocar con un objeto que se hallaba en medio de la calzada. La Guardia Civil confirmó al llegar al lugar que en realidad se trataba de una persona que se encontraba tendida en la calzada y que estaba fallecida.
A los 18 fallecidos en las vías interurbanas hay que sumarle las tres muertes registradas en las calles de Burgos capital. El primero de ellos fue un joven motorista que perdió la vida en la madrugada del 12 de agosto tras perder el control de su moto en el pasaje de Radio Popular. El varón, de 24 años, sufrió el accidente sobre las 6:10 horas y los servicios de emergencia no pudieron hacer nada por salvar su vida.
La segunda victima fue una mujer de 81 años que murió atropellada cuando cruzaba por un paso de peatones acompañada por su perro. El siniestro tuvo lugar el martes 29 de agosto en la calle Manuel Altolaguirre de la capital burgalesa. Según indican testigos oculares del suceso, la mujer cruzaba por el paso de peatones acompañada por un perro cuando un turismo la arrolló desplazándola algunos metros y quedando inconsciente en el suelo. A la llegada de las asistencias médicas del Sacyl la mujer recuperó la consciencia y pudo ser traslada al Hospital Universitario de Burgos en estado muy grave. Sin embargo, ya en el complejo hospitalario, no pudo recuperarse de las lesiones y falleció.
La última víctima mortal en la capital fue otra mujer que también perdió la vida tras ser atropellada. Ocurrió el pasado 17 de diciembre. La víctima, de 85 años de edad y vecina del barrio del G-3, cruzaba por un paso de peatones de la calle Condesa Mencía cuando fue arrollada por un turismo sobre las 17:30 horas a la altura del número 153. La mujer fue trasladada al Hospital Universitario de Burgos, donde finalmente falleció.
También se registró un accidente en Revillarruz que estuvo provocado por el fallecimiento del conductor de un turismo. El 10 de mayo se produjo un accidente que en principio pasó a engrosar la lista de fallecidos en accidente de tráfico, pero finalmente se descubrió que no fue el accidente el que causo la muerte de un hombre de 78 años, sino la muerte del hombre la que causó el accidente. Este hombre, que conducía su vehículo, sufrió un problema de salud por el que murió y que provocó que se saliera de la carretera y chocara con una señal en la N-234, en Revillarruz. Lo que un inicio parecía que entraba en la estadística de siniestros mortales quedó fuera al descubrirse las causas del fallecimiento.
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