Burgos encadena tres veranos con caída de pacientes de otras comunidades

Los pueblos de Burgos, al acabar agosto, ven cómo su población se va viendo reducida de nuevo. Pero los veranos atraen a miles de veraneantes en busca de descanso y convivencia con familiares y amigos. No solo es turismo, en este caso se trata más del regreso a las zonas rurales con el buen tiempo y las vacaciones estivales de los niños. También de aquellas personas mayores que pasan el invierno en la ciudad y los veranos en su casa del pueblo.

Sea como sea, en verano la población rural burgalesa aumenta y, con ello, crece la demanda de servicios. Así ocurre en la sanidad, en el mes de agosto, la sanidad burgalesa contó con 19.438 pacientes más. Ese es el número de tarjetas sanitarias de pacientes desplazados que registró la provincia de Burgos.

Pero es un número a la baja, tanto es así que, si comparamos con el verano de la pandemia, aquel agosto de 2020 solo tuvo mil tarjetas sanitarias de desplazado menos que este agosto sin restricciones.

Este agosto ha sido el que menos pacientes desplazados se han registrado de los últimos cuatro años.

Lo más habitual es movernos por todo el país con la tarjeta sanitaria sin hacer ningún trámite más. El sistema sanitario público establece que siempre hay atención para las urgencias. Por ello, hay que suponer que este número de tarjetas sanitarias de desplazado es inferior al volumen real de visitantes que han llegado a Burgos.

Lo habitual es que soliciten esta tarjeta personas mayores o con varias patologías y que van a pasar buena parte del verano en el pueblo. Es decir, personas que necesiten una asistencia médica continuada como, por ejemplo, el control de la coagulación y la toma de sintrom, tan habitual.

Desde el mes de junio, cuando empiezan las vacaciones escolares y se empieza a disfrutar de las laborales, la Sanidad burgalesa ya aprecia este aumento de pacientes. Este año, en junio se han registrado 6.532 pacientes desplazados. Pero los meses de julio y agosto son los que marcan cifras récord. En julio ya se pasó a 12.603 pacientes desplazados y en agosto se llegó a los 19.438.

De estas 19.438 tarjetas sanitarias de desplazado, el 53,8% proceden de vecinos del País Vasco. Son, sobre todo, vascos y madrileños los que más solicitan esa tarjeta para veranear en Burgos. Sumados, en agosto, el 73,8% de los pacientes desplazados son madrileños o vascos.

Andalucía (516), Cataluña (1.844), Comunidad Valenciana (487) o Cantabria (454) son otras de las comunidades desde donde más pacientes llegan a Burgos durante el verano.

Estas tarjetas sanitarias de desplazados están concebidas para un tiempo máximo de tres meses, si se supera tal periodo se estima que el paciente ya debería gestionarse el cambio de médico tras empadronarse en la nueva localidad.

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