Burgos se despide de las cabinas de teléfono

Y es que, el paulatino auge de la telefonía móvil e internet a lo largo de las dos últimas décadas había dictado ya sentencia para las cabinas, antaño elementos fundamentales del paisaje urbano. De hecho, en los últimos años ya se había procedido a la eliminación de multitud de cabinas en todo el territorio nacional. Algunas desaparecían de las calles, mientras que otras se reutilizaban para otros menesteres. Y las que quedaban iban cayendo poco a poco en desuso.

Prueba de ello son las encuestas internas que maneja Telefónica, que reflejan que más del 80 por ciento de los usuarios no han usado nunca una cabina. Además, el uso actual de cada una de ellas es inferior a una llamada a la semana.

A la vista de la situación, y tras varios 'indultos', la compañía ha decidido poner punto y final a la historia de las cabinas, que arrancó formalmente en 1928, cuando se instaló la primera en la caseta del Viena Park, actualmente denominado como Florida Park, en el parque de El Retiro de Madrid. Se trataba de un aparato que estaba emplazado dentro de un cajetín que se abría para acceder al teléfono.

Este modelo no era el concepto de cabina que se dio a conocer años más tarde, pero no necesitaba que una operadora estuviera delante del teléfono y controlara la extensión de la llamada. Sin embargo, la primera cabina telefónica que cumplía dicha función se instaló en España en el año 1963.