Burgos Alimenta participac en la Feria Cibus Parma

Japón, Hong Kong y China ya han mostrado su interés por el trabajo y la evolución de la IGP Morcilla de Burgos, según detalla Rafa González y a corto plazo, ya está en camino un posible acuerdo con Prosecco D.O.C, a la espera de que lo apruebe Bruselas. «En el fondo de lo que estamos hablando es de abrir fronteras gracias a nuestra gastronomía. Lo que mueve la IGP Morcilla de Burgos es toda una puerta de entrada a nuestra ciudad y a toda la provincia. Estamos hablando de 1000 años de historia en torno a un producto, avalados por la Comunidad Económica Europea».

Un contexto idóneo no solo para cerrar lazos comerciales y mostrar las posibilidades de un producto como es la Morcilla de Burgos, sino también para acercar posturas y compartir impresiones. «En Italia nuestra labor radica en explicar y contar la idiosincrasia de la Morcilla de Burgos», introduce Roberto Da Silva, desde Embutidos Cardeña. «Italia no es consumidor de una morcilla como la nuestra, sino que está más acostumbrada a la dulce, algo más tradicional y antigua. Aquí cuesta un poco más entender una morcilla de arroz salada, así que por lo que respecta a nosotros, nuestra labor es aprender de un mercado como este, pero todo es cuestión de tiempo. Somos productos étnicos en un país extraño, así que hay que despertar curiosidad, tocar la varita y encontrar a la princesa. Aun así, todo se nota. Estos días ha pasado por aquí una crítica gastronómica, que hará el necesario boca a boca en torno a nuestra morcilla».

«Me ha encantado estar en esta feria. Me parece una cita impresionante, organizada con mucho cuidado, es un balcón a Europa. Una apertura al exterior, para que cada país vea qué estamos haciendo desde la IGP Morcilla de Burgos, para que pruebe nuestro producto y para que éste vaya insertándose en la despensa europea», señala Maribel Martín Cabestrero gerente de Morcillas El Revillano quien añade: «Venir con Burgos Alimenta y con la IGP es un respaldo muy importante, ya que estamos hablando de ir con la Diputación, y con la certificación europea al mismo tiempo. Es entrar de forma directa en este mercado comunitario. Además, Italia es un país que valora muchísimo el sello de la IGP. Aquí casi todos los productos llevan esta certificación. A nivel empresa, CIBUS nos ha servido para hablar con importadores chilenos de cara a futuros acuerdos e intereses. Pero esto no es en una cita aislada, forma parte del trabajo de maratón constante y diario».