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Los objetivos enfocan únicamente hacia el coronaviros. La pandemia monopoliza la actualidad informativa en Europa de tal manera que los ciudadanos nos hemos olvidado de que, en las fronteras del continente, se sufre otra crisis, en este caso humanitaria. Miles de refugiados siguen esperando en ... Grecia, hacinados en campamentos que se han liberado por el momento del Covid-19, aunque no será por mucho tiempo.
Y allí, en la isla de Lesbos, se encuentra el burgalés Jorge Peña, un joven cooperante que ha vuelto a tierras griegas a intentar echar una mano a los refugiados. Originario de Huerta de Rey, Peña ya estuvo en Grecia hace un par de años, en concreto en Atenas, pero ahora la situación es mucho más preocupante. «Va a peor», tras la apertura de fronteras de Turquía y la inacción de Europa.
Por ese motivo, hace un mes y medio, aproximadamente, decidió volver a territorio heleno. Estuvo quince días en Atenas y, desde principios de marzo, se encuentra en Lesbos, una de las islas que han ido acogiendo a los refugiados que en patera llegan a Grecia desde Turquía. Ha visitado el campamento de Moira, con 20.000 refugiados, pero ahora han entrado en cuarentena por el coronavirus y la mayor parte de las oenegés están abandonando el territorio, se lamenta.
Por ese motivo, Jorge Peña animado por su amigo Miguel Pérez ha decidido grabar un diario en vídeo en el que ir explicando cómo evoluciona la situación en Lesbos. Son vídeos muy cortitos, amateur y grabados bajo la fórmula de un diálogo con su amigo Miguel, que narran lo que ha visto y ve en la isla griega, cuenta las novedades y responde a las dudas que puedan surgirle a su amigo.
Los grabarán periódicamente y ya han empezado, esta misma semana, así que llevan tres vídeos. «La intención es darle visibilidad al problema de los refugiados», explica Miguel Pérez, pues «el coronavirus lo ha tapado todo» pero el problema sigue ahí. Es más, Jorge Peña reconoce que la pandemia será la gota de colme el vaso. Ahora, el campamento de Lesbos es «una bomba de relojería».
En la isla todavía hay pocos casos detectados y el campamento se ha puesto en cuarentena. Solo entran los sanitarios, y muy contados. Las oenegés está cerrando, así que las opciones de ayudar se restringen, afirma Peña, pero él sigue buscando como echar una mano a los refugiados. Quiere que dejen de ser números, cifras, y ponerle rostro, testimonios, atenderles como personas que son, con una historia.
Jorge Peña aguantará en Lesbos hasta que pueda. «En casa me piden que vuelva», reconoce, pero él no lo tiene muy claro dada la situación que vive España con el coronavirus. La entrada a Lesbos está ya cerrada, solo se permite el acceso a los isleños pero sí que se puede salir rumbo a Atenas. Aun así, Peña prefiere quedarse en Grecia y ayudar.
En España ya no podía estar viendo como le contaban, a través de los grupos de WhatsApp, que la situación se iba complicando en Grecia. Las islas están saturadas, insiste, y los isleños están hartos de ser los paganos de la crisis humanitaria. Así que Jorge Peña va a contribuir como pueda, empezando por la grabación de estos vídeos, que desde BURGOSconecta también vamos a ayudar a difundir para que no nos olvidemos de que existen otras realidades más allá del coronavirus.
Y si alguien está interesado en preguntar algo, también admiten preguntas.
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