Un buen vino y un buen libro, el paraíso de Ken Follet

El escritor galés, embajador de la Membresía de la Tenada de Bodegas Valduero en Ribera del Duero

Susana Gutiérrez

Aranda de Duero

Domingo, 2 de septiembre 2018, 12:00

«Un buen libro, un buen vino, juntos… El paraíso». Esas palabras escritas a mano sobre roble por el escritor galés, Ken Follet, lucen en las paredes de Bodegas Valduero. La elaboradora de la Denominación de Origen Ribera del Duero, situada en la localidad burgalesa ... de Gumiel de Mercado, ha incorporado al autor de «Los Pilares de la Tierra» a la denominada Membresía de la Tenada, un selecto club enológico que convierte a sus miembros en embajadores de sus caldos.

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«Me gusta el vino, bebo más de lo que debería», desvela Follet, quien hace memoria de dónde le viene esa afición. Echa la vista atrás, hasta los años 70, cuanto comenzó su interés por el mundo del vino. «Entonces, el único vino bueno que había era el francés, pero las cosas han cambiado mucho y, ahora mismo, me declaro fan del vino español», afirma. Siguiendo con las confesiones, detalla que su relación con los caldos de nuestro país se hizo más estrecha en el año 2007, durante su estancia en Vitoria, donde quedó prendado de la Catedral de Santa María que se convirtió en clara inspiración para su libro, «Un mundo sin fin».

A partir de entonces, el vino nacional ha formado parte de su vida, con una especial presencia de Ribera del Duero, cuya calidad destaca y valora. A pesar ello, revela que no bebe cuando escribe y que la vorágine de viajes, presentaciones y entrevistas le lleva, en muchos casos, a optar por el servicio de habitaciones en lugar de acudir a restaurantes. «Necesitas la tranquilidad después de días estresantes, una buena mesa y vino, pero en intimidad».

Elaboración

Más allá de su aprecio por los vinos de calidad, el autor de best-seller muestra también un notable interés en todo el proceso de elaboración de los vinos. «Sé cómo beber vino, pero desconozco cómo se hace, aunque estoy dispuesto a aprender». Un proceso de aprendizaje en el que cuenta con la ayuda de las hermanas Yolanda y Carolina García Viadero, propietarias de Valduero, que, en la jornada da ayer, le trasladaron la primera lección y nociones para la creación de un caldo de Ribera del Duero.

Paseando entre viñedos, depósitos y barricas, seguro que por la mente del escritor pasó alguna idea para una futura novela. Preguntado por ello, Follet cree que, si tuviera que llevar el mundo del vino a un libro teniendo como escenario principal una bodega, sus páginas estarían protagonizas por una «familia terrible». Un planteamiento de ficción que, según sus palabras, chocha con la realidad que ha encontrado en el ámbito vitivinícola donde la gente es «amable y apasionada».

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Además de ser embajador de los vinos, el nombramiento como integrante de la Membresía de la Tenada, permite al autor literario contar con su propia barrica de vino. Con ella, Ken Follet podrá disfrutar de 300 botellas de «Valduero 6 años, 2010», uno de los vinos más reconocidos de la bodega. Un claro guiño a su éxito literario, porque el escritor ha vendido en su amplia carrera 300 millones de ejemplares de sus novelas. El galés ya comparte pared y nombramiento con otros nombres famosos, como el escritor Mario Vargas Llosa, el tenor Placido Domingo, los directores David y Fernando Trueba, el presentador Gran Wyoming o el ex seleccionador nacional, Vicente del Bosque.

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