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El joven Álvar ha recuperado, en parte, la bicicleta de su padre que el fuego de Arlanza calcinó el pasado julio. BC

La bicicleta de Alvar vuelve a rodar

El Club Burgalés de Vehículos Históricos se ha encargado de buscar la manera de que Alvar recupere su bicicleta después del incendio de su vivienda en Santibáñez del Val

Ruth Rodero

Burgos

Lunes, 10 de abril 2023, 07:07

Hace siete meses las llamas arrasaron con una de las posesiones más valiosas de Alvar. La bicicleta que su padre, ya fallecido, le había regalado en su 14º cumpleaños. La noche en que las llamas entraron en Santibáñez del Val será difícil de olvidar ... para todos aquellos que defendieron con uñas y dientes cada una de las viviendas y edificaciones que se vieron amenazadas por el fuego.

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Lo material podrá, de alguna manera, reemplazarse, los recuerdos y el valor sentimental de aquello que se perdió solo podrá permanecer en la memoria de los cucaños. Pero como el mundo está lleno de buenas personas buscando cómo ayudar, José María del Río, vicepresidente del Club Burgalés de Vehículos Históricos, leyó la historia de Alvar en BURGOSconecta y pensó que quizás podría hacer algo por ayudarle a recuperar su medio de transporte por su pueblo.

En septiembre de 2022 José María del Río y Alvar se conocieron. Ana María García, alcaldesa de la localidad, ejerció de madrina para poder hacer posible el encuentro. Después de algunas llamadas e intercambios de mensajes, Alvar entregó a José María los restos de su bicicleta.

«La bici era irrecuperable. Cuando la vi se me cayó el alma a los pies», reconoce José María. Apenas el disco de freno y algún radio eran reconocibles dentro del amasijo metálico en el que la bicicleta se había convertido. Pero José María no quería fallar a su palabra, él, como representante del club, se había embarcado en una misión complicada, pero que quería llevar a buen puerto.

A la izquierda, la bicicleta de Alvar, a la derecha, lo poco que ha quedado de ella tras el incendio. BC

Por eso, la primera parte del plan pasaba por encontrar una bicicleta exactamente igual a la de Alvar. «Busqué una bici igualita, gracias a internet pude encontrar una en Salamanca», indica José María. La primera idea, después de tener la bicicleta en su poder, era intentar integrar alguna de las piezas de la bicicleta original en la nueva bici, pero tampoco fue una empresa sencilla.

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«Ha sido imposible, solo quedaba un disco de freno que no se ha podido colocar», cuenta contrariado José María. Sí lleva, en cambio, uno de los radios pegado al cuadro de su nueva bicicleta. El disco de freno se ha convertido en un cuadro que Alvar podrá tener siempre cerca.

El cuadro que el Club Burgalés de Vehículos Históricos ha preparado a Alvar para que tenga siempre presente su bicicleta BC

Los pueblos afectados, presentes

Este Domingo de Resurrección José María y 15 miembros más del club, que este año cumple 30 años, han llevado a cabo un viaje muy especial. Una caravana que ha tenido su primera parada en Quintanilla del Coco, uno de los pueblos afectados por el incendio que lleva su nombre. Allí han compartido tiempo con los vecinos que se han acercado a ver los vehículos históricos. Después, han seguido ruta hasta llegar a Santibáñez del Val, allí han podido hacer entrega de la bicicleta a Alvar, que pronto podrá volver a Tejada, última excursión que hizo con su bicicleta la tarde anterior a que el fuego se la llevase para siempre.

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El mimo con el que José María ha tratado de devolverle a Alvar su bicicleta le ha llevado a pensar en todos los detalles, también a buscar el bidón que llevaba para el agua. «Cuando la bici se quemó tenía un bidón azul de la carrera Colina Triste, se lo comenté a Ana (la alcaldesa) y ha conseguido otra, así que tiene la misma botella», explica José María.

La emoción de la entrega de la bicicleta a Alvar tratará de evitar que nadie olvide lo ocurrido, el fuego «quemó cosas muy valiosas». «Dentro de una casa se guardan también los recuerdos», indica José María, quien insiste en que «la bicicleta tenía un valor sentimental enorme».

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«Queríamos tener un detalle con Alvar», añade el vicepresidente del club. Un detalle que no le devuelve la bicicleta original, pero que sí le da la oportunidad de sentir más cerca su bicicleta, aquella que su padre le regaló y con la que podrá volver a recorrer kilómetros con los que generar nuevos recuerdos.

Con la misión completada, la caravana siguió camino hasta Santa Domingo de Silos, donde terminaron la jornada reivindicando que no se olvide lo ocurrido. «Queríamos poner nuestro granito de arena para que no se olvide lo que pasó este verano. Es necesario que la gente vuelva a los pueblos», finaliza José María con la satisfacción de haber intentado lo posible e imposible por devolver a Alvar la bicicleta que se convirtió en el símbolo de los recuerdos perdidos en el incendio del Arlanza.

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