Benavente no ve «adecuado» subir el SMI y pide ayudas directas para evitar la destrucción de empleo

Y, precisamente, los autónomos y pequeñas empresas son los que han visto caer hasta un 65% su actividad en este año 2020, así que «muchas empresas no podrían soportar un incremento de los costes salariales», ha apuntado Benevante. En cambio, el presidente de FAE pide ayudas directas, para que no se sigan poniendo en un compromiso las obligaciones de pago de los negocios más afectados por la pandemia. También para garantizar el empleo, sobre todo de cara a 2021.

Se necesitan ayudas directas, ha insistido, porque «si no, los ERTE se convertirán en ERE», sobre todo en el sector servicios y en hostelería. Burgos ha conseguido cerrar el 2020, «el año de la muerte», como lo ha definido Miguel Ángel Benavente, con cifras contenidas en cuanto a destrucción de empleo y cierre de empresas, gracias al importante peso qeu tiene la industria en el PIB provincial (el 31%) y a la diversidad industrial. Sin embargo, hay sectores que se han visto gravemente afectados.

Los ERTE han sido «el instrumento adecuado para contener el despido», reconoce el presidente de la patronal. La cifra más alta se registró en abril, con 24.000 trabajadores en ERTE, de 5.000 empresas. En octubre se había conseguido bajar a 1.000 empresas y 2.500 trabjadores. Sin embargo, el cierre de la hostelería en las últimas semanas ha hecho que se dupliquen las cifras, y se pronostica un inicio de año complicado, así que si no hay ayudas directas, Benavente teme despidos en 2021.

Burgos se mantiene como la tercera provincia de España con menor paro, pero la tasa de paro se ha elevado dos puntos este 2020, hasta alcanzar el 11,68%. Ahora hay 3.000 desempleados más de los que había en 2019, lo que supone un 15% de incremento, y la contratación fija ha caído un 30%. También se cuenta con 3.200 afiliados a la Seguridad Social menos de los que había el pasado año.

Por lo que se refiere a las empresas, hasta septiembre se constituyeron 201, con un capital de 10,7 millones de euros, aunque son un 26% que en el mismo periodo de 2019. En los primeros nueve meses del año se disolvieron 114 empresa, pero Miguel Ángel Benavente teme la llegada de 2021, pues este año se han ampliado plazos en la presentación de concursos y liquidaciones, así que en 2021 «se pueden disparar las disoluciones de empresas».