Bañuelos rinde un emotivo homenaje a su querido maestro, asesinado hace 85 años

A causa del virus, los aforos en el interior de la escuela, convertida en un centro cultural, estaban muy limitados. Por ese motivo, se han tenido que instalar altavoces para que todos los que se han quedado en la calle pudieran participar del homenaje. Y ha sido «muy emotivo», pues se ha recordado la historia del maestro catalán, que llegó a La Bureba en 1934 con un método pedagógico innovador, y fue asesinado dos años después, el 19 de julio de 1936.

En el homenaje se ha contado con la familia de Benaiges y Enrique Aragonés ha tenido unas palabras «muy bonitas» para su tío abuelo. Pero no han sido las únicas, además de las intervenciones del actual alcalde del municipio, José María Díez, y de miembros de la asociación, se ha contado con la presencia de aquellos que han investigado y escrito sobre la figura del maestro nacido en Mont-Roig del Camp (Tarragona).

José Antonio Abella, quien ha publicado uno de los últimos libros sobre Benaiges ('Aquel mar que nunca vimos'), ha sido uno de los participantes. También Ignacio Soriano, el primero que escribió sobre el maestro o Francesc Escribano, que preparara una película sobre Antonio Benaiges. El acto ha contado también con la música de Ramón Sauló, interpretada por Ana Herrán.

Como muchos de los que fueron asesinados durante la Guerra Civil y el Franquismo, el cuerpo de Antonio Benaiges no se ha recuperado. El 19 de julio dde 1936 fue apresado y llevado a la cárcel de Briviesca. Le golpearon, le humillaron y luego lo mataron. Sus restos reposarán en alguna cuneta, suponen desde la asociación, pues tampoco aparecieron cuando se exhumaron las fosas de La Pedraja.

Por ese motivo, en el cementerio de Bañuelos se le ha reservado un nicho con una placa recordatorio con el siguiente texto: 'Antoni Banaiges Nogués. Maestro de nuestra escuela. Nos dejó ser niños antes de ser hombres, nos enseñó el valor de la palabra, nos prometió el mar. Mont-Roig del Camp 26-6-193, La Bureba 19-7-1936'. Homenaje realizado con la esperanza que de que, algún día, se pueda dar digna sepultura a sus restos, y que la familia tenga un lugar en el que honrarle.

En el interior del nicho se ha colocado una caja con objetos que recuerdan, de un modo u otro, al maestro. La familia ha dejado recuerdos de su tierra, explica González, como semillas de algarrobo o piedras de la playa. También las publicaciones que se han hecho sobre su figura. Enrique Pérez Simón ha llevado unos cuadernos de sus alumnos, que emulan a los que editó el propio maestro de Bañuelos para sus niños.

«Ha sido muy emotivo«, insiste Javier González, quien se muestra agradecido por la respuesta a la covocatoria. El acto ha sido un homenaje especial, pero la asociación seguirá realizando actividades que recuerden al maestro de Bañuelos y que sirvan para dinamizar culturalmente la comarca. Es uno de sus objetivos, de ahí que las próximas iniciativas vayan encaminadas a exposiciones y eventos culturales.