Aumentan un 32% las hectáreas quemadas en Burgos mientras crece el riesgo de incendios

Las olas de calor complican la situación de cara a los incendios en la provincia de Burgos. El comienzo del verano 2024 ha sido más tranquilo que el del 2023, «pero ahora estamos observando un cambio de tendencia. Llegan olas de calor cuando ya está todo muy seco y hay mucha hierba y paja. El bosque aún guarda un poco más de humedad, pero el terreno ya está muy seco», explica un agente forestal.

En lo que va de verano, si contamos los meses de junio, julio y hasta el 11 de agosto de este 2024, se han producido en la provincia de Burgos unos 222 incendios forestales o agrícolas, según las cifras del Portal de Datos Abiertos de la Junta. En cambio, en las mismas fechas del 2023 se habían registrado 147 incendios. Estos datos se obtienen de los partes diarios que realizan los agentes medioambientales.

Desde junio y hasta el 11 de agosto se han registrado 222 incendios que han quemado 312,97 hectáreas. En las mismas fechas del año 2023 los fuegos registrados fueron 147 y quemaron 100 hectáreas.

Los agentes medioambientales, en contacto directo con el terreno y con los fuegos, explican que el terreno está muy seco y hay mucha hierba. Lo único positivo que está dejando esta temporada es que no está soplando mucho el viento. «En el incendio entre Villacienzo y Renuncio, lo positivo, es que no soplaba el viento al principio, luego se levantó un poco», explica, «pero se ve que el perímetro era muy alargado. Al final se quemaron 12 hectáreas, la mayoría de pinar».

Desde el viernes 9 de agosto Burgos ha registrado seis incendios: primero el del punto limpio norte de Burgos, otro en la ladera del Castillo en Burgos, otro en Santa María del Campo, uno más en Pedrosa de Duero, otro en Bugedo y el último en la tarde del domingo, en Villacienzo.

Tres días y seis incendios en un verano que parecía relajado, pero que se ha cobrado cientos de hectáreas. El incendio de Bugedo, cerca de Miranda de Ebro, se ha saldado con 26 hectáreas calcinadas. El de Villacienzo ha acabado con 12,57 hectáreas quemadas y el de Pedrosa de Duero con 3,89. El fuego de la ladera del Castillo se llevó por delante 0,43 hectáreas.

No han sido fuegos descontrolados, pero la situación empieza a complicarse. Así lo afirman los que trabajan sobre el terreno. «La sartén se está empezando a calentar. Al principio del verano el terreno estaba más húmedo, eso es una ventaja con respecto a otros años. Pero las olas de calor están llegando ahora, cuando el suelo está seco y con mucha hierba», explican. El miedo también surge por el viento, «si se levanta el viento la situación se complica», afirma un agente medioambiental de la provincia de Burgos.

En la última década, de 2014 a 2023, Burgos es la quinta provincia de Castilla y León que más incendios forestales ha registrado. Se encuentra justo en el medio de la lista. De esta última década, el año 2017 fue el que más fuegos registró, seguido del 2015 y 2019.

Igualmente, en este periodo, Burgos ha sido la quinta provincia con más superficie forestal afectada. Pero, en este caso, a mucha distancia de la cuarta provincia. Es decir, Ávila fue la cuarta provincia con más incendios en la última década. En cambio, fue la tercera provincia con más superficie calcinada. En cambio, Salamanca fue la cuarta provincia con más superficie quemada y la tercera con más incendios. En Salamanca se han quemado en la última década 19.624,43 hectáreas y en Burgos han sido 7.980,85 hectáreas.

Lo que resalta en esta última década es que, como viene siendo habitual, casi la mitad de los incendios fueron intencionados. El 49,42% de los fuegos forestales registrados en la última década en Castilla y León fueron intencionados y el 32,97% se provocaron por negligencias o causas accidentales.

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