-kqTC-U23011330626340rC-1200x840@Burgosconecta.jpg)
-kqTC-U23011330626340rC-1200x840@Burgosconecta.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Atapuerca «ha batido por tercera vez el récord mundial de encontrar y estudiar el fósil humano más antiguo de la Europa Occidental», sostiene María Martinón-Torres, directora del Centro Nacional de Investigación Humana (CENIEH) ubicado en Burgos.
Estos restos humanos fueron encontrados en 2022 durante la campaña de excavaciones en el yacimiento de la Sima del Elefante, en la Sierra de Atapuerca. Un enclave único y prolijo para el estudio de la evolución humana. Se trata de un fragmento facial humano datado entre 1,1 y 1,4 millones de años. Gracias a esta datación se erige como la cara más antigua conocida de Europa occidental.
Además, ya tienen nombre, Pink, en alusión al álbum 'La cara oculta' del conocido grupo Pink Floyd y también en homenaje a la doctora Rosa Huguet, investigadora del IPHES-CERCA quien junto al doctor Xosé Pedro Rodríguez-Álvarez coordina los trabajos de excavación e investigación en el yacimiento de la Sima del Elefante.
José María Bermúdez de Castro, codirector del proyecto Atapuerca y codirector de este estudio, explica la relevancia de este hallazgo de una forma clara y concisa: «los yacimientos burgaleses han constatado la existencia en Europa de una especie de la que hasta ahora no teníamos registro».
El estudio ha sido portada de Nature, la revista científica más destacada del mundo. Este resto de mandíbula se ha comparado con los fósiles encontrados de Homo antecesor y Homo sapiens porque «ambos comparten una cara de aspecto más moderno y la proyección de los huesos de la nariz», explica Martinón. Pero la puerta está abierta, porque, como recalca, la investigación está en desarrollo y «existe la posibilidad de que pertenezca a otra especie».
El estudio de este hallazgo publicado en la revista Nature y liderado por la Dra. Rosa Huguet, es fruto de la colaboración entre una amplia representación de personal investigador y técnico del IPHES-CERCA y la URV, así como de otras instituciones nacionales e internacionales, entre las que destaca el Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH) por su papel en el análisis e interpretación del resto humano.
De momento, Pink se ha catalogado como ATE7-1 y ha sido atribuido a Homo affinis erectus. «El rostro de Pink es más primitivo, con rasgos que recuerdan más a Homo erectus, sobre todo por su estructura nasal, plana y poco desarrollada», explica Martinón. Lo que está claro para el equipo investigador es que representa una pieza clave para comprender las primeras migraciones y la evolución de los homínidos en Europa durante el Pleistoceno inferior.
«No muestran rasgos encontrados en fósiles del Homo antecessor», afirma en Nature Rosa Huguet, autora del reciente estudio e investigadora en el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES-CERCA).
Noticias relacionadas
Hasta la fecha se ratificaba que el Homo antecessor era el homínido más antiguo que habitó en Europa. Ahora se conoce que una especie anterior, de la que aún no se ha confirmado su procedencia, convivió en tierras burgalesas.
Los fragmentos de Pink han requerido un laborioso trabajo de reconstrucción en el laboratorio de conservación y restauración del IPHES-CERCA. Se han empleado herramientas avanzadas de imagen y análisis 3D para su reconstrucción virtual en el CENIEH.
Se han necesitado más de dos años de investigación para concluir que esta cara no corresponde con Homo antecessor, sino a una especie más primitiva. Pero las evidencias no son todavía suficientes para lograr una clasificación taxonómica definitiva.
Se estima que los restos de Homo antecessor datan de hace 860.000 años. Pink es más antiguo, por lo que se sugiere que perteneció a una población que llegó a Europa en una oleada migratoria anterior a la de Homo antecessor.
«Este yacimiento es clave para entender nuestros orígenes y el nuevo hallazgo refuerza el papel de Atapuerca como un referente mundial en el estudio de la evolución humana», asegura la doctora Marina Mosquera, directora del IPHES-CERCA e investigadora del proyecto Atapuerca. «Estos trabajos de excavación nos permiten profundizar en nuestros orígenes», apunta Mosquera.
Martinón-Torres destaca el papel del CENIEH, centro ubicado en Burgos, como Instalación Científica y Técnica Singular. «Aplicamos técnicas y métodos del futuro para estudiar el pasado», asegura. Se refiere a esas técncias empleadas para reconstruir virtualmente Pink y que han concluido en asignarlo a una población hasta ahora no documentada en Europa.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los libros vuelven a la Biblioteca Municipal de Santander
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Debido a un error no hemos podido dar de alta tu suscripción.
Por favor, ponte en contacto con Atención al Cliente.
¡Bienvenido a BURGOSCONECTA!
Tu suscripción con Google se ha realizado correctamente, pero ya tenías otra suscripción activa en BURGOSCONECTA.
Déjanos tus datos y nos pondremos en contacto contigo para analizar tu caso
¡Tu suscripción con Google se ha realizado correctamente!
La compra se ha asociado al siguiente email
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.