El Ayuntamiento de Pineda de la Sierra y la Reserva Regional de Caza de la Demanda han alertado de que han aparecido nuevamente jabalíes con triquinelosis en esta reserva. Informan de que, recientemente, se ha tenido conocimiento de la aparición de un ejemplar con esta ... enfermedad en el término municipal de Riocavado de la Sierra, en la Sierra de la Demanda.
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La triquinelosis es una zoonosis, una enfermedad de declaración obligatoria parasitaria producida por diversas especies de gusanos que afecta a las especies hospedadoras y también a las personas. Para las personas, además, puede llegar a ser una enfermedad grave.
Desde la Reserva Regional piden a todo aquel que posea carne de jabalí para el autoconsumo, que la analice. «Debemos incidir en esta necesidad de llevar a cabo analítica, aunque ya es una práctica habitual», señalan en el aviso.
Igualmente, debido a la recurrencia de aparición de casos de triquinelosis en esta zona de la provincia de Burgos, se insiste también en el correcto tratamiento de las vísceras y despojos de los ejemplares abatidos. Las normas que regulan el tratamiento de los subproductos de origen animal no destinados al consumo humano señalan que los cazadores no deben dejar en el campo vísceras o restos de un jabalí abatido, para evitar que otros animales puedan ingerirlos o evitar la dispersión del parásito, si estuvieran infestados.
Además de afectar a jabalíes y humanos, la triquinelosis afecta a otras especies hospedadoras, principalmente, mamíferos silvestres y domésticos. La principal fuente de infección para los humanos es el consumo de carne y productos cárnicos crudos o insuficientemente cocinados procedentes de jabalí o cerdo infectados. Aunque también se puede contraer esta enfermedad a través de la carne de otras especies de consumo menos frecuente.
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Las autoridades sanitarias indican que el curado o salazón, la desecación, el ahumado, el cocinado en microondas no son métodos seguros para inactivar al parásito.
Las personas infectadas pueden manifestar múltiples síntomas, depende de la sensibilidad del individuo, de su estado inmunitario y de la cantidad de larvas de triquina ingeridas. Puede incluso ser asintomática o cursar síntomas como dolor de cabeza, párpados hinchados, fiebre, sudoración profusa, dolores musculares, diarrea, cansancio y postración. Los cuadros pueden ser severos y pueden causar, incluso, la muerte del individuo.
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