Almudena Sancha, una empleada municipal todoterreno al servicio de los mayores de Fresneda de la Sierra Tirón

Sin embargo, el pasado 16 de marzo, el alcalde de Fresneda de la Sierra Tirón, Luis María Monje, puso a disposición de los vecinos los servicios de Almudena para que ninguna persona mayor o vulnerable del pueblo sufriese escasez de alimentos, productos básicos o medicamentos. Así que Almudena se dededica ahora a atender directamente a sus vecinos, ayudándoles en todo lo que necesitan.

Ellos ya saben que pueden llamarla en cualquier momento, los siete días de la semana, las 24 horas del día, aunque solo trabaje oficialmente de lunes a viernes, recuerda Almudena, que asegura que siempre ha sido así. Siempre ha estado dispuesta a ayudar cuando se la ha necesitado, porque la vida en los pequeños municipios funciona a base de solidaridad. No todo iba a ser malo en la España vacía, bromea.

Así, Almudena recoge de sus vecinos la lista de la compra y, con la furgoneta municipal, va a Pradoluengo para hacer los recados. También se acerca a la farmacia para recoger los medicamentos o al centro de salud si el médico de cabecera tiene que darle alguna receta para los vecinos. Y si tiene que hacer alguna otra gestión, siempre está dispuesta a echar una mano.

En Fresneda de la Sierra Tirón hay unas 40 familias estables, de las que viven durante todo el año (entre ellas, está la que forman Almudena y su marido, con tres hijos, la única con niños en el pueblo). Y Almudena atiende a una docena. Son personas mayores, matrimonios con los hijos fuera que ahora no pueden echarles una mano, viudos o vecinos no tan mayores pero que necesitan ayudan. Almudena se ofrece a ayudar a cualquiera, pero los que tienen vehículo propio prefieren ir ellos mismos a Pradoluengo.

Y el alcalde, encantado con ella. Luis María Monja reconoce que la prioridad ahora es atender a los vecinos y controlar que estén bien. Por eso, Almudena y él mismo visitan a aquellos que pueden necesitar más atención, para asegurarse de que están bien. De hecho, Almudena arranca la semana de ronda, comprobando que han pasado bien el fin de semana y apuntando sus encargos para el resto de días.

También se encarga de garantizar que el suministro de agua no se interrupe y recoge el correo. A cambio, además de la remuneración económica que le corresponde, recibe la gratitud de los vecinos. «Son muy agradecidos», afirma, y quieren siempre darle alguna propina, pero para ella esto es parte de su trabajo, aunque nunca lo haya hecho antes, y se siente suficientemente recompensada.

Monje asegura que los vecinos reconocen la ayuda, y los hijos o familiares directos, también. Reciben llamadas agradeciendo la atención que se presta a los mayores, incluso queriendo pagarla de algún modo. Sin embargo, el alcalde afirma que el Ayuntamiento dispone de recursos suficientes para hacer frente a estos servicios y que los va a mantener el tiempo que haga falta. «Que ningún vecino pase necesidad», insiste el regidor.

Eso sí, Monja pide ayuda para garantizar la protección de Almudena Sancha, pues necesita marcarilla y guantes y, aunque los tiene y va protegida, está constando conseguirlos. Igual que están a la espera de que lleguen los servicios de la Diputación para desinfectar calles y zonas de concurrencia, aunque el Ayuntamiento lo hace periódicamente con sus propios medios, reconoce.

«Somos muy solidarios», afirma el alcalde y lo refuerza Almudena, quien pone como ejemplo la máscara de 3D que le ha hecho llegar el carpintero de Pradoluengo a través del panadero. Se acordó de ella y se la ofreció, para que así esté lo más protegida posible y minimice también los riesgos de contagio cuando visita Pradoluengo. «Aquí resistiremos», afirma.