Alcaldes de Odra-Pisuerga piden la reapertura de los consultorios rurales para retener población

Según explica el también diputado provincial, a raíz de la pandemia, «la Consejería de Sanidad está acogiéndose a la Orden del 15 de abril de 1991 sobre organización funcional de las zonas de salud, que implica que los pueblos con menos de 50 tarjetas sanitarias tengan consulta a la demanda». En el caso de Odra-Pisuerga este criterio afecta a cerca de una treintena de consultorios, aunque no se está aplicando de manera uniforme, porque «depende también de la decisión de coordinadores de centros de salud y de los propios facultativos».

En todo caso, se trata de un cambio drástico de las condiciones, según Grajal, porque «antes el médico visitaba consultorios como el de Padilla de Abajo, con menos de cincuenta cartillas, dos veces por semana, pero ahora solo acude con cita previa, como a la mayor parte de los que están por debajo del medio centenar de tarjetas». En su opinión, «no es un problema de falta de médicos, sino de falta de voluntad política, porque la plantilla en Melgar de Fernamental, por ejemplo, está cubierta»

En la misma línea, la portavoz socialista en el Ayuntamiento de Villadiego, Elena Somavilla, señaló «la dificultad que entraña la cita a demanda para la población de edad avanzada que reside en los pueblos de la comarca».

Otro «agravio importante» derivado de esta situación es que «tenemos en nuestros pueblos mucha población desplazada durante varios meses al año y, aunque no computan a efectos de cartillas sanitarias, sí acuden al médico», añadió Grajal y destacó que sólo en el entorno de Villadiego hay una docena de localidades sin tarjetas sanitarias, lo que supone tener el consultorio cerrado para sus vecinos y vecinas.

Esta circunstancia unida a la carencia de transporte a la demanda que acerque los servicios de las cabeceras de comarca a los habitantes de los pueblos de alrededor dificulta retener población en estos núcleos, según explican los alcaldes y concejales socialistas, que estiman una pérdida de población anual de en torno al 3% en los últimos años, hasta quedarse en algo más de 9.000 habitantes según el último padrón del INE, de enero de 2021.

En ese sentido, ediles como Somavilla animan a los responsables del Partido Popular, formación que gobierna en la Junta y en la Diputación Provincial, a «priorizar la prestación de servicios, en lugar de dedicarse a la construcción de obras faraónicas que van a disfrutar cada vez menos vecinos, si no frenamos la despoblación, al margen de los elevados costes de mantenimiento que suponen». «Si se lucha, por ejemplo, por un nuevo centro de salud, tiene que haber población que lo use», insiste.

Así, la concejala valoró las medidas transversales del Gobierno, que «favorecen el asentamiento de población en el medio rural» y destaca, a modo de ejemplo, que la ley para la reducción de la temporalidad en el empleo público supondrá la estabilización de ocho trabajadores del Ayuntamiento. En este punto, defendió la necesidad de que esos empleados puedan «ofrecer un servicio continuado a las 29 pedanías, muchas de ellas, las grandes olvidadas».

«Garantizar el empleo de calidad en el medio rural también es fundamental para frenar la despoblación», aseveró y recordó que, «con ese objetivo, la Corporación local apostó por la creación de un centro de día para los mayores que, cuatro años después sigue cerrado».