El accidente de Pancorbo deja más de 70 llamadas en el 112 y cientos de personas atrapadas

Más de 70 llamadas ha recibido el Servicio de Emergencias Sanitarias 112 de atrapados, entre los que había personas mayores, bebés y niños, y que se han visto varados en mitad de la nada sin alimentos, sin agua suficiente y, en algunos casos, con reservas limitadas de combustible. Ese no ha faltado en las redes sociales, donde la cuenta de la DGT ha recibido innumerables quejas.

El accidente, una colisión entre los dos camiones que se ha saldado con dos heridos, tenía lugar en torno a las ocho de la mañana en el túnel sentido Burgos. Y ha sido en ese momento cuando han comenzado las primeras retenciones, que se han ido agravando a medida que pasaban los minutos y el túnel se mantenía cerrado al tráfico, atascando toda la AP-1 dirección Burgos.

Los avisos de la DGT han tardado en llegar, incluso muchos usuarios aseguran que les han dejado entrar en la AP-1 aún cuando el paso por Pancorbo estaba cerrado. De hecho, el túnel no se ha reabierto hasta las cinco de la tarde y, entonces, la circulación se ha retomado pero con muchísima lentitud. Así, el atasco ha ido creciendo hasta alcanzar Miranda de Ebro.

Al mismo tiempo se han comenzado las derivaciones por la N-1, a través de la entrada de Ameyugo y del desvío en Bugedo. Y la nacional no ha sido capaz de soportar todo el tráfico, al ser una vía de un único carril por sentido, así que se ha formado una importante retención. Mientras, los carriles dirección norte, sin incidencia alguna, tráfico normal pero mucho conductor estupefacto.

Los usuarios atrapados han sufrido horas y horas de atasco sin recibir información alguna. Se quejaban de la falta de presencia de la Guardia Civil, de asistencia en carretera para ofrecer avituallamiento o saber el estado en el que se encontraban las personas que viajaban en los vehículos retenidos, porque entre ellas había mayores, bebés y niños. También personas enfermas.

«Es una verdadera vergüenza de gestión», han clamado en redes sociales los afectados, algunos de los cuales, en cuanto han podido, han dado la vuelta y han buscado alternativas para realizar su viaje. «Un despropósito», insistían, mientras reclamaban que se habilitasen carriles para descongestionar una AP-1 que, buena parte del día, ha estado completamente bloqueda.

Los atascos han alcanzado los treinta kilómetros en ambas carreteras y, cuando la situación ha sido más que insoportable, Cruz Roja desde Burgos y Protección Civil desde Miranda se han movilizado para sumistrar agua y comida a los atrapados. Se han enviado tres vehículos (dos todoterreno y una furgoneta) de Protección Civil y dos furgonetas de Cruz Roja.

Lo ocurrido no es excepcional. El fin de semana pasado, en otro accidente en Pancorbo, también se generaron importantes retenciones, aunque no se llegó a los niveles de este jueves. Y cada vez que se produce un siniestro complejo, hay retención. Es lo lógico teniendo en cuenta que la AP-1 es una ratonera, pues no ha incorporado nuevos enlaces pese a estar liberalizada desde 2018.

La AP-1 cuenta solo con cinco enlaces: Castañares, Rubena, Briveisca, Pancorbo y Miranda. Ameyugo solo es entrada, no hay salida. Así que cualquier accidente que se produzca entremedias genera un atasco por imposibilidad de desviar el tráfico. Están aprobados los anteproyectos para dos nuevos enlaces, en Monasterio de Rodilla y Zuñeda, que supondrán una inversión de 27 millones.