Más de 200 personas reivindican la apertura del Directo en la estación de Robregordo

Susana Gutiérrez

Aranda de Duero

Lunes, 4 de marzo 2024, 12:33 | Actualizado 13:17h.

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Más de 200 personas de Burgos, Segovia y Madrid, reivindicaron este domingo en la estación de Robregordo la reapertura de la línea ferroviaria del Directo. Un numeroso grupo de participantes viajó desde Aranda de Duero en un marcha lenta por la Autovía A-1 que afectó al tráfico durante parte del trazado.

La cita estaba convocada desde Madrid, y contó con el apoyo de la Plataforma por el Ferrocarril Directo de la Ribera del Duero. Su presidente, Jorge Núñez, fue el encargado de poner de relieve la necesidad de reabrir esta línea ferroviaria, que une Madrid con Burgos por la línea más recta, la que pasa por Aranda de Duero, que se traduce en 100 kilómetros de ahorro con la actualmente utilizada, la que pasa por Valladolid. Una línea que se cerró al tráfico en 2011 por la falta de mantenimiento de ADIF cuando una máquina bateadora que se quedó atrapada no fue retirada.

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Núñez advirtió que el cierre del tráfico por la línea ha supuesto «un retroceso de 50 años» motivada únicamente por una «decisión política de crear líneas de alta velocidad generando sociedades opuestas y desiguales». En este sentido, denunció unas políticas de movilidad que se hacen «a golpe de rédito electoral», recordando que todos los estudios de viabilidad que se han hecho sobre la línea «han contado con innumerables trabas por parte de ADIF» y que los que están en marcha «son engaños que lo único que persiguen es mantenernos alejados de las inversiones por una falta evidente de dinero público».

Ampliar

Prueba de ello, según precisó, es que el que se está realizando sólo es para un tramo de la línea, entre Soto del Real (Madrid) y Aranda de Duero (Burgos), y no para su totalidad.

«Nos jugamos que las empresas no quieran venir a nuestra ciudad sencillamente porque no tienen ferrocarril», lamentó Núñez. Algo que también hizo el alcalde de Aranda de Duero, Antonio Linaje argumentando que «se nos acaba el tiempo y estamos muy, muy cansados, han sido décadas de promesas incumplidas, de un estudio de viabilidad tras otro y los ciudadanos estamos muy cansados, hartos».