Fuera del Radar | T5
Un complot de plomo y huesos
Un cirujano granadino encuentra un viejo libro en el Rastro de Madrid. Pronto se dará cuenta de que el texto habla del alma de su ciudad y del centro de sus supersticiones: la conspiración de los libros plúmbeos
Transcripción
FUERA DEL RADAR | UN COMPLOT DE PLOMO Y HUESOS
LUIGI GÓMEZ: ¿Qué tal?, bienvenidos y bienvenidas a nuestras historias.
LG: La historia de hoy habla de libros. Pero nuestro protagonista no es escritor, ni librero, es cirujano. Y los libros, que normalmente son de papel, también pueden ser… de plomo.
LG: Es domingo por la mañana en Madrid. Carlos Ballesta camina con su mujer por el paseo del Prado. Hoy no tiene que operar a nadie, pero aún así le suena el teléfono.
CARLOS BALLESTA: Y me llamó un amigo y me dijo: «Oye, Carlos, he encontrado una cosa que te va a interesar, que estoy en el Rastro», y digo: «Pero dime que es?. «No, no, quiero que vengas», digo: «¿Pero dime qué es?», «Es que es un libro que te va a interesar».
LG: Este experto en cirugías imposibles tiene una segunda vida.
CB: Yo tengo pergaminos, tengo libros de horas, tengo libros de 1400.
LG: Es un amante del patrimonio, y en su ciudad, Granada, guarda decenas de tesoros en una fundación con su nombre.
CB: Mi mujer que sabe que compro cualquier cosa, de libros me refiero, pues dice: «¡Joe, otro más!» «No, no, no, vamos» digo: «Oye, tú, vamos. Encima, que ha tenido la atención de llamarnos…»
LG: Lleva muchos años desarrollando un fino olfato para las antigüedades, y al recibir la llamada intuyó que aquel libro tenía algo especial.
CB: Y nos fuimos para el rastro. Hacía un frío de narices. Nos fuimos para allá.
LG: Al llegar encontró un montón de volúmenes. Pero al coger el ejemplar en cuestión se llevó un chasco.
CB: Se quedó mirando y yo dije: «Esto es una mierda, este libro está roto. Esto no sirve para nada».
LG: Aún así, la curiosidad fue más fuerte. Y aunque el libro estaba en un estado pésimo, decidió darle una oportunidad.
CB: Pero cuando abrí la primera página pues vi que era la historia de los libros plúmbeos tal como ocurrieron, contado por el licenciado, por el padre de la compañía de Jesús, Ignacio de Las Casas en el 1604.
LG: Ese título le devolvió inmediatamente a su infancia como estudiante en el Sacromonte, una inmensa abadía en Granada, en una ladera frente a la Alhambra.
CB: Me gustó, me impresionó, pero la verdad es que estaba muy deteriorado el libro. Y yo le dije: «Nada, esto… si esto no es un libro, esto es medio libro». No se podía, tocaba una hoja y se deshacía.
LG: Estuvo a punto de dejarlo. Le pedían 50 euros, pero su mujer consiguió bajar el precio a la mitad, para sorpresa del vendedor.
CB: Y me dijo: «Bueno, tiene usted una mujer muy inteligente, eh?» Bueno, total, que compramos el libro por 25 € y nos fuimos. Entonces nos fuimos a tomar una cerveza.
LG: Y fue tomando esa cerveza cuando el doctor Ballesta, con el máximo cuidado, se fue dando cuenta de que ese documento era más importante de lo que parecía.
CB: El libro estaba bastante mal. Esto si en vez de caer en mis manos cae en las de otro lo tira a la basura, como es lógico.
LG: Y al tirarlo a la basura, habría tirado un libro único. Un documento con más de 400 años de antigüedad. En su interior, las páginas que reescribieron la historia de Granada.
CABECERA - FUERA DEL RADAR: EN ESTE EPISODIO: UN COMPLOT DE PLOMO Y HUESOS
LG: El libro que encontró el cirujano necesitaba, precisamente, una cirugía. Una puesta a punto científica y profesional. Pero para entender su valor hay que viajar atrás, a la Granada del siglo XVI.
JOSÉ ANTONIO GARCÍA ALCANTUD: Entonces podemos decir que la ciudad está sometida, aunque en teoría no hay moriscos, está sometida a tensiones. Es una ciudad que tiene una especie de guerra soterrada en su interior.
LG: En esa ciudad que era una olla a presión tras la conquista de los Reyes Católicos tuvo lugar una de las más fascinantes historias de ingenio y superstición.
CB: Acaba el concilio de Trento y entonces hay que acabar con la herejía de Europa. Entonces el mayor nido de herejes de Europa está en Granada. ¿Por qué? Porque eran musulmanes…
LG: Una trama que removió los cimientos de la iglesia en España, y que nos cuenta el periodista Jorge Pastor.
JORGE PASTOR: Estamos en 1595. Ha pasado un siglo de la Toma de Granada por los Reyes Católicos. La ciudad todavía se está adaptando a su nueva identidad cristiana, y ese proceso es complicado. Pese a la expulsión de los moriscos en 1570, la comunidad islámica sigue muy asentada, así que el pueblo es un polvorín. Lo cuenta el catedrático de la Universidad de Granada José Antonio García Alcantud.
JAGA: Tenía muchas conflictividades y una conflictividad venía del asunto morisco que se había cerrado mal. Primero, las capitulaciones de 1492 habían permitido un pacto honorable con la comunidad musulmana.
JP: Pero del dicho al hecho hay un trecho, y ese pacto de respeto hacia los moriscos se diluye como un terrón de azúcar.
JAGA: Isabel y Fernando el Católico, pues ya se pusieron el mundo por montera y empezaron a incumplirla. Entonces, en esos 70 años que van de 1492 a 1568, se da una convivencia conflictiva.
JP: La ciudad, que ahora es emblema de la Hispanidad y tiene raíces cristianas previas a la conquista musulmana, pide soluciones ante esta inestabilidad. Y alguien tiene una idea que, aunque de primeras podía parecer descabellada, tuvo enormes consecuencias.
JAGA: Eran bastante frecuentes en la época en todas las ciudades, no solo en Granada: en Toledo, en todas… Hay muchos falsos cronicones que en esa época histórica la adjudican a una pura invención.
JP: Una falsificación. Un relato que pudiese hermanar a los seguidores de la fe de Alá y de Jesucristo a través de un pasado común. Un cuento inventado, una confabulación secreta para conciliar a las dos Granadas. Así nacen los 'libros plúmbeos'.
JAGA: Un relato sobre estos Santos árabes de nación árabe, como se les llamaba y que ellos contribuyeron a la evangelización inicial de un país pagano.
JP: Doscientas planchas circulares de plomo, donde venía grabado en caracteres árabes un quinto evangelio. Contaba la entrada del cristianismo en la península, pero cambiando algunos detalles…
JAGA: Comenzó por el sureste con la llegada de un discípulo de Santiago que era San Cecilio.
JP: Y curiosamente junto a estos libros de plomo, en lo profundo de las cuevas del Sacromonte, aparecieron los huesos de San Cecilio. Una oportunidad de oro para hacer de Granada un gran centro de peregrinación.
JAGA: Lo que querían era convertir en un centro 'cultual' de culto que nada más y nada menos compitiera con Santiago de Compostela.
JP: La aparición de los libros generó un inmenso revuelo de superstición en la ciudad. El culto a San Cecilio ganó fuerza inmediatamente. Y el más convencido con la idea, ya sea por pasión o por oportunidad, fue el arzobispo Pedro de Castro y Quiñones
JAGA: O sea que además de insertar a los moriscos, querían que fuese algo que la cristiandad quedase deslumbrada por esta idea. Es un proyecto grandioso de Pedro Castro.
JP: El arzobispo ordenó construir la Abadía del Sacromonte en el lugar de los hallazgos. Unos hallazgos de los que todavía se sabe muy poco, solo tenemos algunas pistas de quienes inventaron la artimaña.
JAGA: Eran de origen morisco. Ellos son traductores, por tanto son expertos en la lengua y al ser expertos pueden manipular y pueden crear, pues lo que probablemente crearon.
JP: Hasta aquí el porqué de los libros plúmbeos: una historia falsa para unir a los fieles de dos religiones. A partir de aquí, el cómo. La historia de esta falacia comienza en 1588 con unos albañiles. Estaban derribando parte de la mezquita para dar paso a la nueva catedral cristiana cuando, sin buscarlo, encontraron algo.
JAGA: Apareció una caja en la cual hay unos manuscritos. Entonces, el efecto subsiguiente, ya que en la época no hay prensa ni todo esto… es el rumor. Es decir, se crea una expectativa sobre todo esto y un escándalo.
JP: Dentro del cofre había una imagen de la Virgen, huesos y un manuscrito en árabe, latín y griego. En este manuscrito, supuestamente del siglo I, un tal Patricio comentaba que San Cecilio, discípulo de Cristo, fue el primer obispo de Granada. Y sus restos estaban, precisamente, en el Sacromonte. Allí estaban también las primeras planchas de plomo con inscripciones en árabe… los Libros Plúmbeos. Pero no estaban todos, fueron aflorando durante cuatro años.
JAGA: Se ven algunos grabados donde se ve a la gente con antorchas, yendo por las cuevas porque cada día lo que ocurre es que esperan un nuevo descubrimiento.
JP: La escena es de película. Decenas de granadinos suben cada noche al Sacromonte iluminados por antorchas y van descubriendo, durante cuatro años, estos supuestos libros sagrados.
JAGA: Sí, alguien se lo inventa y alguien los mete todos los días. Porque los Libros Plúmbeos van apareciendo sucesivamente. No aparecen de golpe, entonces van apareciendo.
JP: Como si se tratara de un milagro, siguen descubriéndose planchas de plomo con más revelaciones divinas.
JAGA: Entonces alguien va depositando con nocturnidad y alevosía, las pruebas de ese de este asunto. Entonces tiene que haber una conspiración, vamos a llamarlo así. Una conspiración en el secreto y en el silencio.
JP: Y esa conspiración funcionó gracias a los silencios cómplices y los secretos. La iglesia de Granada, reunida en sínodo, dio por verdaderos los libros plúmbeos y las reliquias en el año 1600. Pero algunos intelectuales de la iglesia no llegaron a creer en el milagro.
JAGA: Los jesuitas nunca le prestaron mucha atención al Islam. Consideraban que el Islam era una herejía y por tanto, no otra religión.
JP: La Inquisición y el Vaticano también dudaron desde el primer momento, y no tardaron en reclamar los libros para su estudio. Enfrente se encontraron al obispo Pedro de Castro, que defendía férreamente su veracidad. Roma insistió y él, tras algunas negativas, terminó enviándolos.
JAGA: Los libros son falsos porque contienen elementos heréticos, no porque podamos demostrar que sean falsos arqueológicamente. Y en segundo lugar, las reliquias son verdaderas.
JP: El papa Inocencio XI se tuvo que pronunciar. Desmontó el 'fake' de los libros.
JAGA: Este es el juego que hace el Vaticano, es decir, porque entonces nos parece inverosímil: o sea, ¿los libros son falsos y las reliquias son verdaderas? Sí, pero es que esa es la manera de poder certificar que el culto continúe.
LUIGI GÓMEZ: Los libros plúmbeos, esas doscientas planchas redondas de plomo con caracteres árabes, están ya en Roma. Hay sospechas firmes de que son falsos, y por eso el Vaticano elige a un investigador que los analice a conciencia.
JAGA: Él adquiere un prestigio, dentro de la Iglesia, de asesoramiento dentro de la Iglesia, teológico importantísimo.
LG: Un jesuita experto que terminó dictaminando que los libros eran falsos. Tan solo una elaborada artimaña para detener la persecución religiosa contra los moriscos. No solo acumuló pruebas y expuso conclusiones, sino que escribió un libro documentándolo todo. Y ese libro… apareció cuatrocientos años después en el Rastro de Madrid.
CB: Cuando leí que era del 1604… cuando yo veo eso, entonces digo: «Esta es una pieza única».
LG: Enseguida volvemos.
PAUSA
LG: El Sacromonte resuena con la vida de Carlos Ballesta, nuestro cirujano y erudito. De pequeño estudió, como cientos de niños granadinos, entre las paredes de aquella abadía, construida justo en el lugar donde se encontraron los Libros Plúmbeos.
CB: A los seis años me metió mi padre interno en el Sacromonte y me acuerdo que me dijo: «Estudia y que tengas futuro».
LG: Recuerda especialmente el frío.
CB: Un puñetero frío en aquella iglesia que te morías. Esos son los recuerdos que tengo. Era un crío separado de sus padres, oyendo misa que me ponían de monaguillo y me tenía que quitar un manto…
LG: Por eso conocía tan bien los libros plúmbeos y no se pudo resistir a comprar un pedacito de su historia. A comprar el documento que desmontó el 'fake' del quinto evangelio. Y cuanto más avanzaba entre sus páginas, más fascinado quedaba con su autor.
CB: Ignacio de las Casas era una autoridad. Ignacio Las Casas es un jesuita, bueno, es un morisco.
LG: Sigue contando la historia el periodista Jorge Pastor.
JORGE PASTOR: Carlos Ballesta ha estudiado profundamente la historia de Ignacio de las Casas. Hasta el extremo de escribir un libro que verá la luz en los próximos meses.
CB: Los jesuitas se enteran de lo que está pasando y consideran que él es una persona válida para la compañía y lo mandan a Roma. Porque él tiene mucha relación con los dos papas que había.
JP: Lo tuvo claro desde el primer momento.
CB: Quien lo haya escrito, son cultos, son teólogos, pero no conocen en profundidad las Sagradas Escrituras. Entonces, lo siento mucho, pero esto es falso.
JP: Un jarro de agua fría para el arzobispo. Pedro de Castro enfureció. No le gustó nada que se negara la veracidad de los Libros Plúmbeos. Aquello le costó caro al jesuita…
CB: Eso le crea una enemistad personal, a muerte de Pedro de Castro con él hasta el extremo que él tiene que huir de Granada. Pedro Castro lo desprestigia cambiándole hasta el nombre, llamándole 'pillo', llamándole 'morisco' despectivamente intentando desacreditarlo.
JP: Una confabulación secreta. Un monje con la misión de investigarla, al más puro estilo 'El Nombre de la Rosa'. Presiones, intrigas, superstición y fanatismo. Y un libro que sobrevive a más de cuatrocientos años para contar esta historia. Un libro que cae en las manos de un cirujano.
CB: Yo te digo, la trazabilidad ha sido para mí la siguiente: desamortización de Mendizábal, los jesuitas los echamos de España, les expropiamos todo y vendemos todos sus bienes, alguien como compraron las casas compró esa biblioteca que de debía estar en Ávila o en Segovia.
JP: El libro permaneció en la casa de algún particular que, antes de tirarlo a la basura, lo vendió por dos duros junto a otros volúmenes a un vendedor del Rastro.
CB: Y finalmente aparece en el Rastro y lo compré yo.
JP: El estado de salud de esta joya del patrimonio, era delicadísimo. Tocaba llevarlo a la mesa de operaciones. Al fin y al cabo, la labor de un restaurador y la de un cirujano no es tan diferente.
CB: El libro estaba desastroso. Estaban la mitad de las páginas borradas, sucias, medio rotas. Ha habido que consolidar todo. hay que desinfectarlo de parásitos. Hay que quitarle la acidez.
JP: Coserlo. Suturarlo. Un profundo proceso de restauración.
CB: Se digitalizó cuando se limpió y se montó y entonces se va a dar a la luz pública cuando llegue en su momento y estará disponible para que lo puedan consultar.
JP: Y por fin, a salvo. Protegido en la fundación Carlos Ballesta.
CB: Lo está transcribiendo una doctora que había sido vicerrectora de la Universidad y generosamente para la Fundación lo está transcribiendo entero para que la gente que no sabe castellano antiguo, no está capacitada para ello…
LUIGI GÓMEZ: El Vaticano devolvió los libros plúmbeos a Granada en el año 2000. Volvieron a casa como reliquia histórica, pero no religiosa.
CB: Si lo dice Ignacio de las casas esto no se va a discutir. Yo creo que esto debe ir para hacer tesis doctorales.
LG: También vuelve a casa el libro que reescribió la historia de Granada, el tratado que enterró para siempre el mito de los libros plúmbeos, rescatado de entre miles de libros en el Rastro de Madrid por quien supo ver que ahí había un tesoro. Quién sabe qué otros secretos albergarán sitios como este.
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