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JUANJO GONZALO
MADRID
Lunes, 28 de enero 2019, 13:41
Era finales de diciembre y los aficionados a los deportes de invierno apuraban las jornadas de vacaciones sobre unas pistas de esquí que, salvo en contadas zonas de la Península, apenas habían recibido tímidas precipitaciones sobre sus pistas. Ni el puente, ni la llegada de ... Papá Noel, ni siquiera el final de un año que comenzó siendo realmente bueno. Nada salvaba un curso que se iniciaba de la peor forma posible.
Un caos que parecía interminable y que hizo que incluso estaciones importantes, como Formigal-Panticosa, se dieran de bruces en su estreno. Eran fechas en las que apenas nevaba, cuando los cañones trabajaban a máxima intensidad. Entonces, con el comienzo de enero, el frío y las precipitaciones cambiaron la cara de un país que disfruta el oro blanco sobremanera. Ahora lo hace de forma mucho más intensa, y en todas las zonas.
Algo que hace poco era impensable y que ahora se ha convertido en una realidad. La oferta de esquí se ha disparado en estos días en los que las nevadas han sido importantes. Y es que son ya 24 las estaciones que se mantienen disponibles, ofreciendo un estado muy bueno. Incluso el Sistema Central y la Cordillera Cantábrica, donde normalmente las inclemencias son más sufridas, cuentan con un interesante abanico de posibilidades.
Aunque son algunas las pistas que faltan por iniciar su curso particular, en la gran mayoría ya se ha dado el pistoletazo de salida tras vivir un mes de enero emocionante. Y es que, a pesar de haber perdido un mes respecto a las previsiones marcadas al comienzo, es momento de disfrutar en todas ellas. En esos centros invernales la temporada no ha hecho más que empezar.
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