Adiós al esquí nocturno de Masella

Condiciones envidiables que, sin embargo, muchos esquiadores lloran. Igual que lo hacen cada mes de marzo, para despedir un Esquí Nocturno que, inevitablemente, tiene que poner su punto y final a la temporada. Es la actividad reina para el centro catalán, con un dominio esquiable importante y un largo número de aficionados que han permitido que obtenga un éxito inagotable.

Aunque en Gerona las puertas se mantendrán abiertas hasta que la nieve aguante -se trata de uno de los lemas que proclama-, las noches se quedarán cojas desde este sábado, cuando se viva la última jornada de descensos.

Los días, cada vez más largos, impiden que se pueda alargar en el tiempo, a pesar de que siempre se opta por retrasar, durante las últimas semanas, la hora del evento. Se espera que, tras haber vivido ya la última esquiada de jueves, sean muchos los que acudan hasta unas pistas inmaculadas, que presentan en las zonas más altas de La Tossa más de 240 centímetros de nieve.

Su estado hace prever que todavía quedan muchos días de buen esquí en un curso que hasta el momento -salvo algunos percances ajenos a las pistas- ha dejado números de récord para celebrar los 50 años desde que se produjera la apertura por el ya lejano mes de noviembre. Todavía son 72 los kilómetros que presentan, con pistas para todos los gustos, unas temperaturas que poco a poco dan una tregua a los clientes, y la posibilidad de despedir, otro curso más, el exitoso esquí nocturno de Masella.