Secciones
Servicios
Destacamos
Si la película original de 1996 'Irma Vep' duraba 96 minutos, la adaptación televisiva que ha hecho ahora el propio director, Olivier Assayas, supera los 400. ¿Era necesario, aporta algo diferente, merece la pena este regreso al mito? Rotundamente, sí. No lo sabíamos pero necesitábamos ... a 'Irma Vep' y también lo hacía Assayas: los ocho episodios dibujan un viaje de reconciliación con el acto de contar historias a través de las imágenes. Es una exorcización de sus fantasmas convertidos en espíritus. También una oda a los intérpretes, a la alquimia que rodea el cine (aún puede hacerlo) y a la complicidad y el entendimiento que crece entre dos artistas, en concreto, entre una actriz y su director.
Recordemos que todo empieza cuando Mira Harberg (Alicia Vikander), inmersa en la promoción de una película de superhéroes, aterriza en París para actuar en este proyecto de bajo presupuesto y «cutre», como llega a decir uno de los personajes. Se pondrá a las órdenes de René Vidal -álter ego de Assayas- e interpretará a la villana Irma Vep en la adaptación de 'Les Vampires', una serie realizada en 1915 por Louis Feuillade y protagonizada en su momento por Musidora.
Este marco podría quedarse en una mera referencia histórica, pero Assayas la introduce en un juego metaficcional y va añadiendo capa tras capa: la trama principal será la grabación en nuestro presente -y todo lo que la rodea: examantes, agentes, compañeros de reparto y productores-, pero también vemos las escenas rodadas, clips de la serie original, el 'making of' recreado de ese primer rodaje a inicios de siglo y las memorias escenificadas de la propia Musidora.
El resultado es un entramado narrativo vivaz, lleno de texturas y colores digitales, falsamente analógicos, rayados como el viejo celuloide o vistos a través de Youtube. Es cierto que Assayas prioriza una visión artesanal y demodé, basta decir que se tira de noche americana para recrear las escenas nocturnas y apenas hay efectos especiales. Pero ni es nostálgico ni viejuno: las imágenes fluyen a través de pantallas de móviles, ipads, el combo del director o proyectores. 'Irma Vep', de 2022, es muy consciente de la época a la que pertenece. Surgen debates contemporáneos que en la película de 1996 ni habían sucedido: la apropiación cultural, la corrección política o el papel del entretenimiento son algunos de ellos.
Esa condición fluida del material que mencionábamos también está presente en la personalidad de la protagonista. A Mira la vemos como mujer, vestida también de hombre, besa a compañeras y se acuesta con antiguos exnovios. Ni ella misma cataloga su sexualidad ni su deseo. Es actriz, pero a veces parece más una médium para su personaje; puede ser seductora pero también sumisa, confiada y al mismo tiempo vulnerable.
Noticia Relacionada
La hibridación de estéticas y géneros también afecta al tono, que muta con una placentera facilidad. En esos 400 minutos hay espacio para la comedia, el romance y lo fantástico. En una escena nos podemos reír de los actores quejicas y excéntricos, pero en la siguiente nos apiadamos de ellos al verlos heridos y magullados. Assayas también se ríe de sí mismo, sentando al director René en la consulta del psiquiatra, preso de sus obsesiones e impulsos homicidas, y saca su lado más romántico -a veces tristón, melancólico- para hablar de las rupturas sin final, del pasado que atormenta.
El director francés no duda en jugar al despiste autobiográfico y asignarle a René un fantasma que bien podría ser el suyo propio y que tiene nombre y apellido: Maggie Cheung, la actriz que dio vida al personaje de Irma Vep en 1996 y su antigua expareja. Ella no aparece -imaginemos la algarabía- pero sí se invoca su espíritu, que hace acto de presencia con otro rostro y un seudónimo. Es el poder de la ficción el que nos termina convenciendo de que podría pasar, de que se recorren continentes en segundos, de que se pueden atravesar incluso las paredes. Lo místico acaba envolviendo una serie con la que Oliver Assayas apuesta por la fe en el cine, por la energía que se genera cuando un grupo de personas se encuentran para contar una historia que es más grande que ellos. Una juguetona, mágica y perversa. Es decir, adulta.
La serie está completa en HBO Max.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La proteína clave para la pérdida de grasa
El Comercio
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.