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Dice Jesse Armstrong, creador de la 'Succession', que en la sala de guionistas hay una pregunta recurrente con la que suelen trabajar: «¿Qué es lo más gracioso que puede pasar aquí, siendo eso también lo más doloroso?». Y a veces la formulan al revés: «¿Qué ... es lo más doloroso que puede pasar, es decir, lo más divertido?». Varias escenas de este segundo capítulo parecen haber surgido de esa cavilación tan retorcida.
Cuando los hijos se portan mal y toca castigarlos, cualquier padre lo primero que hace es quitarles los juguetes. Así actúa Logan Roy después de que sus descendientes, Shiv, Kendall y Roman, le hayan ganado la subasta para hacerse con la compañía Pierce Global Media. Como respuesta a lo ocurrido en el primer capítulo, Logan les retira ahora el helicóptero de la empresa. Un buen recordatorio de en qué liga estamos jugando. En esta nueva entrega de 'Succession', hay rechazos, abandonos, traiciones y un bar de karaoke. Sin helicóptero, los Roy deben pisar el mundo real y mezclarse con el pueblo. Pero a eso ya llegaremos.
Se cuenta que Rupert Murdoch, uno de los personajes en los que se basa Logan Roy, dio un discurso subido a una caja de tóner en la redacción de The Wall Street. En este episodio, titulado 'El ensayo', Logan visita su canal de noticias ATN y se sube a una pila de folios. Este «Santa Claus en versión sicario», como le define Greg, intimida a todos los periodistas con un discurso agresivo y belicoso. Es un capitán arengando a sus soldados, que están a punto de cubrir unas elecciones. Es también un hombre mayor tratando de recuperar su viralidad a golpe de 'fucking': «La competencia son unos putos gallinas; vosotros sois putos piratas».
Aprovechando esta visita al canal, Kerry, la secretaria de Logan y su supuesta amante, pide hacer una prueba para presentar los informativos. Por suerte para nosotros, los espectadores, se le da francamente mal: sonríe mientras cuenta desgracias y se muestra igual de nerviosa que los que en algún momento de nuestra vida hemos tenido que pisar un photocall y no hemos sabido qué hacer con nuestros brazos. El video circula entre los miembros de la junta y provoca risas de todos salvo de Logan, a quien nadie se atreve a decirle que su nueva compañera no ha nacido para informar frente a la cámara. Al final, la patata caliente recae en Greg. Es él quien le cuenta a Kerry que un supuesto 'focus group' duda de su talento. Ella entiende entonces que Logan no siempre le va a cubrir las espaldas.
En el otro bando de esta contienda, el segundo episodio nos confirma algo que podíamos llegar a intuir al final del primero: esa «alianza rebelde» de vástagos, como la bautiza Connor, no puede durar mucho. Vamos a ir descubriendo que los tres hermanos juegan con cartas marcadas.
Empecemos por Shiv Roy. Tras enterarse de que su padre ha aconsejado a su futuro exmarido Tom sobre el divorcio, Shiv decide acercar posturas con Sandi y Stewy, que quieren reclamar más dinero en la junta antes de formalizar la venta de Waystar Royco. Sacar una mayor tajada del trato les facilitaría a los hermanos asumir la compra de Pierce, pero su decisión se debe sobre todo al resentimiento: la acción hará enfadar mucho más a su padre.
Kendall, por su parte, también se guarda información. En mitad de la jornada, recibe la llamada de Lukas Matsson, que le advierte que no le gusta sentirse presionado. Si le piden más dinero, retirará la oferta, lo que dejaría la compra de Waystar en el aire. Kendall se reserva esta conversación tan comprometedora y además decide apoyar a Shiv para exigir una cifra más alta. Ya van dos de tres. La cuerda se tensa.
Nos queda un vértice más, Roman, un personaje del que convendría recopilar todos los insultos que suelta por la boca. «POTUS Escrotus» es el que dedica a su hermano mayor Connor, posible y muy poco probable candidato a la Presidencia de Estados Unidos. Cuando la pantalla del móvil de Roman se ilumina y aparece la palabra «Dad», el pequeño de los Roy queda al descubierto. Confiesa ante sus hermanos que ha estado en contacto con Logan y que le llegó a felicitar por su cumpleaños. «Pero esto es cariñoso», le reprocha Kendall, y procede a leer: «Feliz cumpleaños, papá. Cuídate». «Cuídate». El amor en esta familia se cuenta a cuentagotas. Ese es precisamente el tema central del capítulo y la batalla que se atreve a verbalizar Connor.
Esta temporada final parece diseñada para reservar una escena de gloria para cada personaje. En el primer episodio los protagonistas fueron Shiv y Tom y en este lo es el hijo mayor de Logan, interpretado por Alan Ruck. Estamos en la víspera de su boda y su novia Willa ha decidido abandonar la celebración y no sabemos si también el compromiso. Acompañado por sus hermanos -que han llegado tarde porque, claro, han tenido que coger el coche- se empeña en acudir a un karaoke. «Lo he visto en las películas», dice.
Suena el 'Famous Blue Raincoat' y Connor comienza a cantar el tema de Leonard Cohen en lo que ya es la despedida de soltero más patética de la televisión. Shiv suspira, Kendall traga saliva y Roman directamente se deja caer sobre un sofá. «Esto es peor que Guantánamo». Ahí está esa comedia de réplicas veloces que tan bien conocen los guionistas. Pero cuando Logan llega a este reservado, cambiarán las tornas.
El paso del patriarca ensombrece toda la escena y las acusaciones vuelan como cuchillos, aunque esta vez trate de mostrarse más dialogante (¿remordimientos o estrategia?). Sale a relucir la ausencia de disculpas y de apoyo, la violencia contra Roman y la falta de compromiso hacia Connor. La frase del episodio será de este último: «Lo bueno de tener una familia que no te quiere es que aprendes a vivir sin ella». Lo divertido, de pronto, se ha vuelto demoledor, triste. El capítulo termina con un encuentro privado entre Roman y su padre, que le propone acudir con él a la junta al día siguiente. «¿Me quieres?», le pregunta el hijo. «Más, más. Te necesito». Palabras letales.
No olvidemos que en 'Succession' cuando hay una boda de por medio, eso significa muerte y drama. La primera temporada se cerró con el enlace entre Shiv y Tom, donde Kendall se vio involucrado en la muerte de un chico. También unas nupcias cerraron la tercera temporada y Kendall, de nuevo, casi pierde la vida ahogado. En el próximo episodio se celebrará la boda de Connor y Willa. Abrochémonos los cinturones.
Durante la temporada realizaremos un resumen semanal de cada capítulo de 'Succession', en el que se irán turnando Mikel Labastida, Andrea Morán y Rosa Palo.
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