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Presentación de 'Daniela Forever', de Nacho Vigalondo, en el Festival de Sitges. EFE/Siu Wu
Sitges 2024: Un año repleto de estrellas y alguna película de culto

Sitges 2024: Un año repleto de estrellas y alguna película de culto

Otra edición intensa, la 57 nada más y nada menos, confirma la buena salud del Festival de Sitges, una de las citas más atractivas del mapa de eventos cinematográficos anuales

Martes, 15 de octubre 2024

Ideado para un público variado, no necesariamente amante confeso del género fantástico, Sitges atrapa con su ambiente y actividades paralelas, además del buen tiempo. Alternar las proyecciones con un buen baño en el mar, o la piscina, eleva el poder de convocatoria de un festejo que pretende ser el reflejo de la cosecha actual de títulos de terror, ciencia-ficción y mucho más. Además de visitar las salas -este año se ha notado el cierre del mítico cine Retiro por reformas-, la audiencia entregada puede maquillarse de zombi junto a la playa y desfilar por las calles de la localidad catalana asustando al personal. También puede visitar exposiciones, un pasaje del terror, una zona de expositores con suculento material de venta y mil y una sorpresas impagables. La entrega de este año será recordada como una de las más nutridas con famosos de variado pelaje. La presencia de cineastas e intérpretes de renombre ha sido notable. Numerosos artistas alojados en el Hotel Meliá Sitges, centro neurálgico del acontecimiento, con un auditorio con la friolera de 1.400 butacas disponibles, fueron asaltados por los pasillos del lugar por los cazadores de autógrafos. Se extiende una nueva modalidad en esta pasión, la firma de muñecos Funko. Hay quien no pisa la sala de cine, incomprensiblemente, y se dedica única y exclusivamente a atrapar celebridades y hacerse un selfie. Cuestión de prioridades.

Haciendo balance, yendo a lo importante, a la calidad cinematográfica de la selección de títulos de este año, además de la aparición de numerosos actores y actrices que pisaron el recinto para presentar sus últimas películas -y series- o recoger premios honoríficos (Mike Flanagan, Nick Frost, Fabio Testi, Heather Langenkamp...), resulta imposible verlo todo, devorando una media de cinco películas al día como crítico entregado. En el maremágnum de pases, en una parrilla extremadamente extensa, destacan especialmente algunas obras mentadas a continuación que ya figuran en la cartelera o están a punto de estrenarse, alguna de las cuales obtuvieron galardones de peso. Es el caso del incontestable gran premio otorgado a 'El baño del diablo', filme dramático dirigido por Veronika Franz & Severin Fiala, una magnífica propuesta realista, situada en Austria en el siglo XVIII. A pesar del título, no hay elementos sobrenaturales. Lo que se cuenta pasó de verdad, luego resulta aún más escalofriante. Cine de época creíble, tan fascinante como duro de ver. El peso de la religión es fatídico en una sociedad encorsetada donde el trato a la mujer es devastador. 'Strange Darling', Gran Premio del Público a la mejor película de la Sección Oficial y Mejor Fotografía, también cautivó al espectador medio habitual del evento, con un despliegue de giros argumentales tan tramposo como efectivo. Un thriller con toques gore, con una curiosa estructura narrativa que es mejor no desvelar. Las sorpresas se suceden en una apuesta con pocos personajes que mantiene la tensión y engancha, aunque su retrato sobre salud mental es discutible.

'Presence', un cuento de fantasmas con un peculiar punto de vista, firmado por Steven Soderbergh, inauguró Sitges tímidamente, antes de que el personal alucinará con las llamativas escenas de acción de 'Twilight of the Warriors: Walled In', premio a la mejor dirección. 'Exhuma', sobre posesiones demoniacas con momentos impactantes, se alzó con el Premio especial del Jurado de la Sección Oficial, a pesar de su excesivo metraje. Se nota el sello coreano en una producción con altibajos que alimentó la siempre gozosa y estimulante remesa asiática presente en el evento. 'A Different Man', premio al mejor guion, confirmó que A24, la productora de moda en el cine de género, sabe disfrazar de modernidad historias harto convencionales en su mensaje, como es el caso de esta morosa historia sobre la bella y la bestia con cuyos personajes es difícil empatizar. No resulta lo suficientemente inquietante y cuando se deja llevar por el delirio, pierde el tono y ya es demasiado tarde. Las interpretaciones, con Sebastian Stan a la cabeza, son lo mejor de un conjunto redundante. Un Charlie Kaufman descafeinado.

Zombis, fantasmas y un payaso asesino

Salpicó el patio de butacas un título de culto instantáneo que ya figura en el circuito de exhibición desde el pasado viernes, 'La sustancia', premio al mejor guion en Cannes. Vista también en San Sebastián, es un divertimento mayúsculo, un compendio de referencias desatado con escenas no aptas para todos los públicos. 'El retrato de Dorian Gray' se cruza con Dr. Jekyll y Mrs. Hyde, el cine de Cronenberg y los tebeos de M. A. Martín, con guiños a Kubrick y gratas obras subterráneas como 'Society' o 'Re-Animator'. Una orgía de carne, sudor, lágrimas y bótox fluorescente que ya está funcionando en la taquilla. Resultó, por contra, menos divertida de lo esperado, 'Get Away', cuyo sentido del humor irrita por momentos. El mítico Nick Frost, homenajeado en Sitges, encarnan al cabeza de familia de un grupúsculo de turistas sumidos en unas vacaciones con sorpresa. Aplaudir por aplaudir las escenas de sangre y vísceras no es un sano deporte para las retinas. 'Apocalipsis Z: El principio del fin', que podrá verse en Prime Video a finales de mes, coincidiendo con Halloween, ofreció al respetable la enésima historia de zombis sin nada de lo que presumir, mientras 'Super/Man: The Christopher Reeve Story' conmocionó a los fans del malogrado actor. Algunas lágrimas hicieron acto de presencia en el patio de butacas. Los seguidores del fantaterror tienen su corazoncito.

'Confession', un thriller claustrofóbico nipón, se entendió como el reverso tenebroso de 'La sociedad de la nieve'. En una sola localización, una cabaña perdida en una montaña nevada, dos amigos acaban siendo enemigos al desvelar un oscuro secreto cuando creen estar al borde de la muerte. Tensión con pocos elementos y más de un giro, no siempre inesperado. 'Mads', de David Moreau, decepcionó al proponer otro relato de infectados, esta vez rodado en plano secuencia, un recurso harto explotado en el género que no siempre ayuda a mantener el ritmo. 'Terrifier 3', tercera entrega de la franquicia sanguinolenta del payaso asesino Art the Clown, elevó la temperatura del auditorio en una sesión nocturna a rebosar. El público aplaudió a rabiar, sin rubor alguno, las tropelías salvajes del matarife, convertido en icono pop del cine de horror moderno. Gore a borbotones, lo que se cuenta es lo de menos. Verá la luz en nuestros cines el 31 de octubre. En EE.UU. ya ha hecho más taquilla que la soporífera segunda entrega de 'Joker'. Esto sí es cine rentable.

'Mr Crocket', sobre un programa infantil perturbador, ya está en streaming en Disney. Convenció a los aficionados al género, sin efectismos, al igual que 'ICK', de Joseph Kahn, un desvergonzado revoltijo de ideas, oda a la serie B, con un pringue letal amenazando al sueño americano. 'The Blob' meets 'The Faculty' con un reparto coral, con Brandon Routh y Mena Suvari, y una banda sonora con brutales temazos. 'Escape from de 21st Century', dirigida por el laureado cineasta chino Li Yang, es un apabullante coming on age de ciencia-ficción que enganchó a la platea con algunas escenas adrenalíticas, fusionando animación e imagen real con buen tino. Un espectáculo arrollador, con viajes en el tiempo, muy recomendable, al igual que la inesperada 'Steppenwolf', un neo-western kazajo con algunos momentos violentos que hielan la sangre y una colección de personajes emocionalmente tocados cuyo comportamiento excéntrico ante las retorcidas circunstancias atrapa la mirada. Una de las sorpresas del festival, al igual que la divertida producción española 'Bodegón con fantasmas', escrita y dirigida por Enrique Buleo. Cinco relatos en un pueblo de la España profunda con hilarantes fenómenos sobrenaturales de andar por casa.

'Bookworm', con Elijah Wood como superestrella, es una deliciosa propuesta dirigida sin tapujos el público infantil y juvenil. Cine de aventuras a la vuelta de la esquina. 'Arcadian', lo nuevo del prolífico Nicolas Cage, aburrió a las ovejas, con una imagen demasiado tenebrosa que no dejaba ver las supuestas criaturas diabólicas que asaltan al popular actor de los mil rostros (y prótesis capilares). 'Night Silence', una muestra de cine polaco deprimente, con un jubilado crepuscular encerrado en una residencia enigmática como protagonista, venía firmado por Bartosz M. Kowalski, autor de la abrumadora 'Playground', pero no cumplió con las expectativas, al igual que 'Cuckoo', uno de los títulos más esperados del festival, con Hunter Schafer ('Euphoria') luciendo en el casting, lo mejor del pastel. Las imágenes de avance del filme eran un mero espejismo.

'Fuerza bruta: Castigo' es la cuarta entrega de una maravillosa serie de mamporros con el actor coreano, ya mítico, Ma Dong-seok, un armario empotrado -el Bud Spencer oriental-, repartiendo estopa. Esta vez, en su labor detectivesca, entre golpe y golpe, pretende desmantelar una red de apuestas online ilegales. Da lo que promete, con creces. 'Azrael', con apenas diálogos, cuenta con Samara Weaving, la scream queen del momento, como principal reclamo. Perseguida en un mundo apocalíptico por una secta ignominiosa, de nuevo la sangre salpica a raudales a la enérgica actriz para el regocijo de sus seguidores. 'Rich Flu', dirigida por Galder Gaztelu-Urrutia, pudo verse en Sitges durante el mismo fin de semana en el cual se estrenaba 'El hoyo 2' en Netflix. Un doble programa con label nacional, en casa y en la sala oscura. Rebautizada por parte de la audiencia congregada como «la peli ONG» del festival, parte de una premisa excepcional: una extraña gripe mata a las gente con mucho dinero. Eat the Rich!!! El viaje migratorio a la inversa se puede antojar redundante, pero las hechuras del filme son magníficas y puede funcionar con el gran público. Con olfato internacional, visitará la cartelera el próximo enero.

Mensaje cargante, con un excesivo subrayado, el defendido por las imágenes de 'Canina (Nightbitch)', que pasa del feminismo pop a vender el carnet de Ikea Family. Gol por la escuadra, el clan normativo es lo que importa. Su lado fantástico es anecdótico, no va a ningún sitio, a pesar de lo que promete. Eso sí, Amy Adams está espléndida en su papel de mujer empoderada que puede acabar votando a Trump, una ama de casa muerta en vida al dar a luz que reivindica su independencia para acabar, desgraciadamente, encajando en el engranaje del sistema preponderante, construido en torno a la unidad familiar tradicional. Los cambios físicos que vive fugazmente la reina de la función, como en un filme de Cronenberg, muy lejos de 'La sustancia', son de una superficialidad incomprensible. Pueden desaparecer del guion sin consecuencias narrativas. 'Sanatorium Under The Sign of the Hourglass', por su parte, sí ofrece una visión rupturista del medio. Los hermanos Quay nunca defraudan con su particular imaginería y su modo de entender el lenguaje audiovisual. Animación extravagante, e inquietante , ideal para paladares exquisitos.

Como cierre de esta selección de títulos vistos en Sitges, dos propuestas made in Spain: 'Daniela Forever' y 'Una ballena', con críticas mixtas, algunas muy entusiastas, en el festival especializado. La primera la firma Nacho Vigalondo, genio polifacético con discurso que rodó en inglés esta ambiciosa historia de ciencia-ficción que propone un puzzle emocional sobre el duelo cuyas piezas encajan mejor según el bagaje del espectador. La lectura final de las múltiples capas presentes en la película generó un interesante debate, al igual que la segunda apuesta nacional mentada, firmada por Pablo Hernando ('Berserker'), con Ingrid García-Jonsson liderando el reparto y un inmenso Ramón Barea acompañando a la versátil actriz. Con 'Under de Skin' en el punto de mira, describe la lucha interna de una asesina a sueldo capaz de conectar con otro mundo. La presente lista es solo una parte de la amplia oferta defendida en Sitges, paraíso del cinéfago inquieto.

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