Secciones
Servicios
Destacamos
Al final de los títulos de crédito de 'Radical', esos que nadie lee en el cine ni en la pantalla casera, el director Christopher Zalla remata con una frase de Albert Einstein: «Lo único que interfiere con mi aprendizaje es mi educación». Podría parecer que ... ya se ha contado todo en el género de profesores ejemplares, que enseñan a sus alumnos a pensar por sí mismos. Desde el maestro lloroso ('Adiós, Mr. Chips') hasta el docente combativo ('Mentes peligrosas') y, cómo no, el rebelde ilustrado que encarnaba Robin Williams en 'El club de los poetas muertos', antiguo alumno de un estirado colegio de Nueva Inglaterra, que aparecía como un enemigo frontal de su ethos represivo, como un heraldo de la liberalización dionisíaca de los años 60: «Aprovechen el momento, hagan que sus vidas sean extraordinarias», aconsejaba a sus alumnos, que veían excitada su imaginación gracias a la heteredoxia pedagógica de su maestro.
Resulta inevitable pensar en Robin Williams y su 'carpe diem' al conocer a Sergio Suárez, el profesor de sexto de primaria de 'Radical'. Eugenio Derbez, un cómico popularísimo en México, conoce los resortes para desprender carisma y, al mismo tiempo, es un competente actor dramático, como demostró en su papel de profesor del coro en 'CODA', la película que ganó los Oscar en 2022.
No hay que dejarse llevar por los prejuicios que despierta su argumento. Que 'Radical' va mucho más allá del telefilme de sobremesa lo demuestra su triunfo en el reciente Festival de Málaga, donde ganó la Biznaga de Oro a la mejor película latinoamericana y hasta el crítico más amargado se enjugó las lágrimas. La cinta ha conseguido el premio del público en Sundance y en su estreno estadounidense ha recaudado casi 10 millones de dólares. En México superó los 12 millones convirtiéndose en el drama mexicano más taquillero de todos los tiempos.
Los niños protagonistas de 'Radical' no es que tengan problemas para aprobar, es que asistir a clase ya es un triunfo en un país que sufre niveles de violencia y corrupción insoportables. Según una encuesta realizada el año pasado, los tres temas que más preocupan a los mexicanos son el crimen, la educación y la pobreza. De los tres se habla en 'Radical', tercer largometraje de Christopehr Zalla (Kenia, 1974), un cineasta curtido en la serie estadounidense 'Ley y orden'.
El filme transcurre en 2011 en Matamoros, una ciudad a la orilla del Río Bravo, en la frontera con Texas, epicentro del narcotráfico y de la actividad delictiva de bandas. Un grupo de profesores desmotivado hace lo que puede en la escuela pública José Urbina López. Ni siquiera se inmutan con los disparos y sirenas que se escuchan en la ciudad. En México la educación primaria es obligatoria y gratuita, aunque más de la mitad de los chavales del centro, lamenta su director, no pasarán a secundaria. Ni siquiera tienen un aula con ordenadores, porque el dinero destinado a equiparla acabó en el bolsillo de algún político corrupto.
Los críos uniformados que forman en fila mientras se les alecciona que la disciplina es la base del aprendizaje provienen de familias que sufren miseria y violencia. Sus propios padres son los primeros en asumir que la educación no les proporcionará un destino mejor. Y entonces aparece un nuevo profesor, cuyas armas pedagógicas son el juego, la sorpresa continua y el humor para despertar la curiosidad. Sergio les ayudará a entender cómo funciona el mundo mientras arreglan una barca, fabrican un telescopio o toman en préstamo libros de filosofía en la biblioteca.
'Radical' está basada en hechos y personajes reales. Una portada de la revista 'Wired' inspiró el guion. En ella, se calificaba como «la próxima Steve Jobs» a la niña Paloma Noyola, una alumna de Sergio Suárez que consiguió la máxima puntuación en un concurso matemático a nivel nacional. La hija de un chatarrero que jugaba a ver las estrellas entre las montañas de basura de un vertedero.
«Los alumnos más brillantes de Sergio se convertían en narcos y terminaban con una bala antes de los veinte años», informa Christopher Zalla. «Muchas de las niñas se quedan embarazadas y dejan la escuela. El mundo necesita más Sergios, pero necesitan aún más que sus sociedades valoren aún más la educación y a los niños como nuestro futuro».
'Radical' es el grito desesperado de un país ahogado en la violencia. Apunta no solo a las aulas, sino fuera de ellas. Y recuerda que la educación es el inicio y el final de todo en la sociedad. La película, que llega el 15 de marzo a más de 120 cines españoles, aparece previsible en algunos compases –esa música muy parecida a la de 'Rain Man' de Hans Zimmer–, pero también sorprende al ser inesperadamente dramática. Resulta imposible no conmoverse hasta el llanto con la odisea cotidiana de esta buena gente que, como el profesor Keating de 'El club de los poetas muertos', salva vidas desde un pupitre.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La proteína clave para la pérdida de grasa
El Comercio
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.